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LA VOCACION COMO CATEGORIA ETICA FUNDAMENTAL: INTERPELACIÓN DEL Il CONCILIO VATICANO A LA TEOLOGIA MORAL ACTUAL
Es domingo por Ia tarde en una de las incontables favelas de Ia periferia de San Pablo, Ia metrópoli más populosa del Brasil; Ia temperatura es aceptable, el calor del verano todavía no ha comenzado. Detrás de Ia capilla de una de las muchas comunidades —construida de una forma primitiva y sencilla con bloques prefabricados, con una sola sala de reunión amplia y espaciosa— se oye el canto rítmico de voces infantiles. Dos estudiantes de Ia ciudad han venido una vez más con sus instrumentos —guitarra y flauta— y han comenzado a tocar y a cantar con los niños. Son niños de los bajos fondos, en parte «abandonados», que han sido dejados por sus padres y no tienen una casa propiamente dicha, niños con caras de todos los colores. Aquí, en los suburbios de Ia sociedad, no hay discriminación. Hoy, domingo, todos están en su ambiente. Los estudiantes han hecho ya una hora de camino, y a menudo en microbuses atestados de gente, que no vienen de muy lejos. Y a Ia vuelta, igual. Han dedicado su tarde libre para hacer algo con los niños. Se notaba su entrega y su gozo cuando estaban con eUos. ¿Qué era más importante para los niños?: ¿el padre, que no podía venir a menudo y que raramente tenía tiempo, o los estudiantes? No se puede responder a esta pregunta haciendo comparaciones. Ejemplos de esta índole pueden multiplicarse y podrían hablarnos de muchos laicos que han encontrado su tarea en Ia Iglesia y Ia han asumido sin meter mucho ruido. ¿Tiene sentido intentar recoger teológicamente tales prácticas? Toda reflexión sobre una experiencia semejante ¿no pierde Ia frescura de Ia inmediatez? Uno solamente puede tomar en serio Io vivido cuando reflexiona sobre ello. Solamente en Ia reflexión se puede descubrir aquello que es transmisible. Aquí tenemos que hablar del lugar de los laicos en nuestra Iglesia, especialmente de su espiritualidad. El encuentro con este tipo de modelos, precisamente cuando se
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