|
LA PROBLEMATICA ETICA EN ESPAÑA Y LA ENSEÑANZA DE LA MORAL CRISTIANA EN EL POSTCONCILIO
«En todas las etapas de transición histórica, hemos escrito alguna vez, se da una especie de añoranza por Io pasado, como un ansia de estabilización y de vuelta a viejos estilos, como si fueran los únicos válidos para el desarrollo de Ia sociedad. Se dice que en estos casos se produce una 'patética moral', cargada de denuncias y lamentaciones que hablan de pérdida del sentido moral, de depravación reinante, etc.» '. Por Io que se refiere a España, es innegable el largo y fatigoso camino de Ia transición que se ha operado en estos años que nos separan del II Concilio Vaticano. Se ha operado un cambio político que a su vez, ha potenciado y evidenciado, que no creado de Ia nada, un cambio social que venía gestándose y generando un vertiginoso trastrueque de valores y comportamientos morales. Ya el punto de partida de donde pretenden arrancar las reflexiones que se han ido vertiendo en este encuentro supuso para los españoles una profunda conmoción. Tanto para los dirigentes del país, políticos o religiosos, como para todo el pueblo en general, el II Concilio Vaticano supuso no sólo una sorpresa sino también una revolución en los modos de pensar y un estímulo para constituir una sociedad más democrática y una Iglesia más comprometida con su propia tarea de evangelización. «La peculiar historia de España desde los años 30 —ha escrito Mons. Fernando Sebastián— explica suficientemente que el II Concilio Vaticano supusiera para Ia mayoría de los católicos españoles una fortísima innovación. La visión estrictamente religiosa y casi mística que el Concilio da de Ia Iglesia en Ia Constitución Lumen Gentium-, el talante respetuoso, humilde, dialogante y realista de Ia Gaudium et Spes, el realismo y Ia solidaridad humana del Decreto Dignitatís Humanae sobre Ia libertad religiosa, los mismos de1 J. R. Flecha y J. M. Múgica, 'Reflexiones sobre las Eticas seculares y Ia Moral cristiana', en Ateísmo y Diálogo 17 (1982) 164.
|