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NUEVA VERSION DEL PENTATEUCO DEL P. LUIS ARNALDICH, O.F.M.
Hace ya unos años Ie encargué yo a mi querido hermano en san Francisco y verdadero amigo, el padre Luis, por indicación y a cuenta de Ia Editorial Herder de Barcelona, esta nueva versión. El se puso al trabajo con ahinco y a conciencia, y a su debido tiempo me entregó el manuscrito. Seguramente que ha sido éste uno de sus últimos trabajos sobre los textos hebreos. Esta versión formará parte de Ia Biblia integra, traducción directa de los textos originales, que ya tiene en prensa Ia citada Editorial. Yo quisiera, en recuerdo precisamente del malogrado padre Arnaldich, reflejar aquí, en pocas palabras, las características de esta nueva versión suya del Pentateuco. En primer lugar, debo hacer notar Ia estricta fidelidad al sentido del texto hebreo (Ia «veritas hebraica» de san Jerónimo). Nunca es esclavo de Ia letra. Pero él ha sabido extraer de Ia frase hebrea el verdadero sentido y expresar éste en nuestro lenguaje de hoy. Muy pocas veces se ha decidido a cambiar el texto cosonántico hebreo o a vocalizar una palabra diversamente a como está en el texto masorético. Y desde luego, si alguna vez Io hace, no se funda en simples conjeturas, sino en razones muy serias, a base de las antiguas versiones. Pero, a pesar de esta fldelidad, su versión nunca es verbal (palabra por palabra), sino que expresa con toda verdad y realidad el pensamiento del texto sagrado en nuestro lenguaje actual. Otra cualidad excelente de esta nueva versión es su máxima claridad, junto a su sencillez de lenguaje. Cualquier lector de mediana cultura, y aún de cultura relativamente inferior, puede leer sin tropiezo esta versión, sin necesidad de notas exegéticas. Estas quedan reducidas a datos puramente históricos. El lenguaje y el estilo no son arcaicos ni tienen tinte sacral o esotérico. Esta versión puede leerse como cualquier obra redactada en nuestros días. En ella, el padre Arnaldich no ha pretendido hacer literatura, sino ofrecer el pensamiento bíblico al alcance de cualquier lector moderno. De aquí su claridad y su sencillez de lenguaje. No deja de ser esta versión estrictamente científica. Pero está escrita al alcance de todos, porque su dicción castellana, siendo siempre fiel al original, es también siempre correcta y siempre actual. Un dato debo añadir, puesto que revela bien a las claras Ia personalidad humana del padre Arnaldich y sus virtudes como religioso. Me refiero a su
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