|
392
B ECENS I ONES
predicación, enseñanza), las obras caritativas y sociales, las misiones extranjeras, etc... Particular atención presta a Ia literatura espiritual (obras devocionales, experimentales, piadosas de divulgación, con apartados para Ia diversa temática), así como a los tratados científicos, traducciones, revistas. Sobre ese mosaico abigarrado, sistematiza las manifestaciones y directrices de Ia piedad o espiritualidad en dos etapas (1800-1875 y 1875-1936). Un capítulo especial dedica a las vidas santas, completado por un repertorio bibliográfico anejo. Una bibliografía general completa el libro. Al concluir su lectura, ha de reconocerse que merecía Ia pena el esfuerzo, sobre todo como pauta de futuras investigaciones .Sorprendentemente descubrimos a través de sus páginas que las lineas escuetas y repletas de vaivenes políticos de Ia historia de Ia Iglesia en Ia España del XIX se animan con multiplicidad de iniciativas, de las que más fecundas y duraderas resultan sin duda las que encargaron en alguna institución o congregación religiosa. En las formas que una evidente floración de santidad en ese siglo adquiere, hay una corteza alejada de nuestra mentalidad, y un dinamismo y unas virtudes que representan un auténtico testimonio. No es posible inventar una realidad, sino buscarla y describirla, sabiendo discernir el oro del oropel, las formas transitorias y caducas, y Ia sustancia permanente. El breve, a veces casi telegráfico esbozo ,marca rumbos que esperan pacientes investigaciones. Nos encontramos ante una síntesis provisional y trabajosa; ante un punto de partida, no de llegada. Un libro que debiera ser leído con ánimo constructivo por muchos, porque sólo entre muchos puede ser completado, y desde luego, ampliado. A título privado espero poder contribuir señalando al autor erratas, omisiones y complementos. J. Ignacio Tellechea Idígoras
5) Filosofía S. Bonaventura, 1274-1974. III. Phik>sophica (Roma, Grottaferrata, 1973>, Collegio S. Bonaventura, 736 pp. TaI vez el máximo homenaje que ha recibido el doctor franciscano, San Buenaventura, en su séptimo centenario haya sido esta colección de cinco gruesos volúmenes que, bajo un modesto titulo, S. Bonaventura 1274-1074, contiene valiosas aportaciones al conocimiento de Ia obra y del pensamiento del mismo. Nos toca presentar en estas líneas el tercero de estos volúmenes, titulado: Phik>sophica. Recoge 28 estudios de profesionales que intentan aclarar puntos importantes de su pensamiento filosófico. Como no se hallan en orden sistemático, creemos oportuno dividirlos en secciones para que se advierta mejor Ia preocupación de los modernos investigadores del doctor medieval. 1) filosofia, cristiana. Este tema, objeto de acaloradas disputas en Ia década 1930-1940 s,igue atrayendo Ia atención. Tres estudios sobre el mismo son los primeros de esta colección. Abre Ia serie E. A. Synan, el cual analiza el puesto de las virtudes cardinales en el cosmos espiritual de S. Buenaventura. Ha echado una sonda al problema. Pero pide éste una meditación más completa y exigente. H. van Der Laan se enfrenta más directamente con Ia problemática de Ia fiiosofia cristiana, tomando como texto de referencia las CoUaíiones in Hexaemeron. Pese a Ia importancia de las mismas, no nos parecen suflcien-
|