SUMMA. Repositorio Institucional

LA ACTUACION POLITICA DE UNAMUNO Y ORTEGA 1. LA HlSTOBIA Falta poco más de un decenio para que termine el siglo que tanta trascendencia ha tenido para el desenvolvimiento de Ia vida española. Había comenzado con signos muy alentadores que permitían otear el porvenir con optimismo. La debacle del '98 fue una forma, acaso demasiado violenta, de despertar a unas nuevas expectativas. Se habían perdido los últimos restos coloniales, pero con las tropas se repatriaban también muchos españoles de vigorosas y saneadas haciendas. Con el advenimiento del Alfonso XII se cambió además el sentido de Ia política internacional, ahora de Ia mano de nuestros tradicionales enemigos ingleses y franceses. La política de Ia Restauración estaba llena de deficiencias y se encontraba poco capaz de asumir las necesidades más apremiantes del país pero al mismo tiempo propiciaba un marco de libertades suficientes por las que se podía canalizar Ia vitalidad de una España menos oficial. Pero había muchas cuestiones pendientes que se arrastraron durante todo el siglo xix y algunas nuevas derivadas de Ia deficiente y desigual modernización de un país que, como tal, tenía extraviada su identidad desde Ia Guerra de Ia Independencia. El resultado de Ia forma como se barajaron esos ingredientes fue Ia guerra civil, punto de referencia de toda Ia Historia de España contemporánea. Hoy se tiende cada vez más a no entender ésta como un puro acontecimiento militar sino como algo mucho más profundo que incluso podría haberse resuelto sin necesidad de recurrir a una forma tan drástica. La paz fue posible —siempre Io es cuando se plantea en toda su amplitud a pesar de Ia gran cantidad de problemas existentes tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Pero algunas torpezas y no pocas frivolidades radicalizaron a los españoles —desilusionados con una República de Ia que todos esperaron las soluciones a sus problemas— en torno a dos posturas extremistas. La gestación de Ia contienda había sido lenta e incubada a Io largo del siglo anterior. Acaso por ello también Io sería su desenlace pues estuvo destinada desde muy pronto —a causa de su radicalismo— a terminar con una victoria en Ia que se daba por sentado Ia exclusión de los perdedores. Este sería el caso de nuestros dos protagonistas cuya actuación política podemos tomar como paradigma de este período. Tanto Unamuno como Ortega viven Ia guerra civil en su plenitud

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