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DISPENSAS ACE RCA DEL AYUNO
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EUCARISTiC0
El mismo titulo que ponemos a esta nota dice claramente que no es nuestro intento estudiar a fondo las normas por las que actualmente se rige el ayuno eucarístico, sino únicamente tratar de recoger de un modo parcial y lleno de deficiencias los indultos que vienen concediéndose para adaptar las rígidas prescripciones de los cánones 8o8 y 858 a las necesidades de la vida moderna. ANTECEDENTES Convendrá empezar por recordar concisamente el estado de la cuestión. Puede darse coma cosa cierta que el ayuno eucarístico no es de institución divina Jesucristo, al instituir la Eucaristía y celebrar la primera Misa, no estaba en ayunas (I) ni hay rastro en los relatos de la institución de que impusiese tal precepto. Es más : tampoco aparece observado el ayuno eumristico en los tiempos apostólicos, pues sea cualquiera la opinión que se sostenga a propósito del ágape o banquete de caridad (2), admiten todos que los indicios (hora de la celebración, 'ausencia de alusiones, etc.) indican su no existencia aún. Con todo, en la Iglesia occidental lo encontramos ya observado a fines del siglo II, a través de una transparente alusión de Tertuliano (3). Esta tliscipIna, que coincidió con la implantación de la costumbre de celebrar la Misa por la mafiana, se extendió a toda la Iglesia, y así San Agustin nos testifica su firmeza y universalidad, llegando a atribuir ésta a una promulgación del precepto hecha por San Pablo en su tercer viaje (4). Se llegó así a la formación de una rigurosa ley universal, contenida en el Decretum (5), en lo que afecta a los sacerdotes, y en las actas del Concilio de
(I) "Postquam cootavit", I Col', 11, 24. Cfr. Mt., 26, 26; Mc., 14, 22; Lc., 22, 20. (2) Nos referimos a la erudita controversia que se entabld entre BATIFFOL y LADEVZR, de una parte, y FUNK y ERMONI, de otra, acerca de si tal banquete tenia lugar o no antes de la (3)
celebración eucaristica. (4)
(5)
Ad uxor, P. L., t. 1, col. 1.408. Cfr. Ench. patristicum, nn. 318-367. Epist. 54 ad Jannarium, n. 8. P. L., t. 33, col. 203. C. 16, C. VII, q. 1.
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