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Papeles Salmantinos de Educación -Núm. 2, 2003Facultad de Pedagogía, Universidad Pontificia de Salamanca
CUI PRODEST *
Mercedes Rosúa Delgado RESUMEN: La discusión teórica sobre la Reforma Educativa tiende a ignorar un factor determinante: la plataforma de reparto de puestos, cosecha de votos, control de parcelas de poder, manipulación de la Historia y la Cultura, influencia mediática y negocio editorial que la Ley del 90 representaba. La LOGSE ha sido de por sí, en lo que le permite su formato, una interesante muestra de los métodos y clichés propios del lenguaje totalitario mezclados con la encarnizada defensa de una red de intereses y de clientela que precisa mantener su mito legitimador. Pero el tiempo de chantaje se acaba. El discurso, y la situación, pueden cambiarse con actos de lucidez y libertad.
Si se dijera que toda esa Reforma Educativa que desde los ochenta hasta ayer ha copado los medios y el discurso oficial y oficioso con las loas a su ideario, la oratoria social grandilocuente y las llamadas bélicas a su defensa no es una gran medida progresista sino la acotación de parcelas de poder sociopolítico, la promoción y afianzamiento de una clientela de votantes y la planificación de un reparto, la apreciación sería desdeñada por su banalidad y cortedad de miras. Y sin embargo es cierta. Naturalmente, existía también la necesidad del Gobierno de crear una cortina de humo populista con nulo coste económico. Pero tras la recién enterrada-aunque muy viva-logse hay y hubo votos y puestos, medios de difusión y de control, atribuciones y nombramientos, ascensos y dividendos que no son su consecuencia posterior sino su finalidad primordial. Han regido la iniciativa desde su origen, presidido su trazado, dispuesto su urgencia. Otra cosa es que la red de clanes se cubra, cara al exterior y a sí mismos, con galas de devoción misionera, paternalismo estajanovista y lealtad
* Este artículo fue redactado antes de las recientes elecciones a la Comunidad de Madrid. Las referencias políticas hay que referirlas, pues, a los responsables del momento.
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