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Facultad de Pedagogía, Universidad Pontificia de Salamanca
Papeles Salmantinos de Educación -Núm. 3, 2004-
SANTO TOMÁS: AFECTIVIDAD Y EDUCACIÓN
RESUMEN: En contra de lo que pudiera parecer, la propuesta de educación de la afectividad inspirada en santo Tomás es plenamente actual. Pretendemos desarrollar en este artículo las líneas maestras de una filosofía de la educación tomista. Porque todo planteamiento educativo supone una antropología, empezaremos nuestro trabajo exponiendo los aspectos relevantes de la antropología tomista que centrarán la propuesta educativa. Pero la educación es siempre medio. Por eso estudiamos a continuación el fin último que persiguen todas nuestras acciones: la felicidad. Ahora bien, ¿en qué condiciones se encuentra el sujeto respecto al ideal de vivir felizmente? Constataremos que, para santo Tomás, el hombre no nace preparado para vivir feliz, es decir para alcanzar la plenitud de la vida. De ahí la necesidad de educarse, es decir, de mejorar sus facultades para poder conducir una vida feliz. Desde este planteamiento aparece con absoluta claridad en qué consiste esencialmente la educación. Sostenemos que la educación es fundamentalmente un proceso de adquisición de virtudes. Justificaremos porqué y en qué sentido. En el último apartado nos ocupamos de estudiar con qué estrategias podemos educar nuestro mundo afectivo para que nuestra vida resulte buena y, en esa medida, feliz. No creo que sea preciso insistir demasiado en la importancia y relevancia del tema que me propongo afrontar. Baste recordar brevemente dos elementos que todos, por experiencia, conocemos. En primer, lugar que en nuestras actuaciones tenemos en cuenta no sólo qué hacemos, sino también cómo lo hacemos, y los motivos por los que lo hacemos. Estos dos últimos rasgos de la acción plenamente buena (virtuosa) 119
Jesús Manuel Conderana Cerrillo
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