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Papeles Salmantinos de Educación -Núm. 2, 2003Facultad de Pedagogía, Universidad Pontificia de Salamanca
Recensiones
ROSÚA, Mercedes El Sol, A.D.I. editor, Madrid 1997. Acabo de leer un libro que no existe. Simplemente porque no se podrá encontrar en ninguna librería, ni pedir a nadie. Por no haber, no hay ni un teléfono al que llamar. Sólo una dirección (Edita: A.D.I., Buen Suceso 18, bajo ext. izd. 28008 Madrid) en la que no es seguro que alguien atienda. Como en tantos otros libros ignorados, o enterrados, el pensamiento no sólo es peligroso; está de más. Y si alguien se atreve a tal ejercicio pernicioso, al margen de lo oficial y canónicamente permitido, lo pagará caro: le harán nadie (cosa que posiblemente ya se era si voluntaria y conscientemente se ha dado la espalda al escaparate social de la mamandurria babeante), le arrinconarán si el peligro es evidente para el poder y su clientela, o le colgarán el “ismo” más a mano (“fascista” es el más utilizado) y tendrá que publicar, si lo consigue, en editoriales que nadie conoce o adelantar el dinero para una distribución nula. Todo lo que no sea literatura del niño tonto de moda, que nos pierda en la “mierda” mejor consumida del momento o en particularísimos conflictos artificiales (masacrando, eso sí, la lengua y obteniendo premios literarios de mucho escaparate), o el pienso preelaborado universitario de “pseudointelectuales endogámicos”, ahítos de cocochas y de buen sueldo público, no existe para la letra impresa, se diluye en la nada del anonimato y nunca verá los escaparates de las librerías, y si los llega a ver, entonces que lo haga en la fila que el resto tapa. La pregunta es obvia: ¿Por qué Rosúa tiene que publicar en A.D.I. editor, por qué a Mercedes Ruiz Paz le publica Unisón Ediciones, por qué a Fernández Vítores…, por qué José Antonio Montull ve su libro aparecer en editorial CCS, o Enrique de Castro en Ediciones del Quilombo? ¿Pero alguién conoce, de verdad, estas empresas de la letra impresa? Al final de la década de los años ochenta Mercedes Rosúa, Vera en el texto del libro, volvió a China, después de la agridulce experiencia voluntaria, e inocente, de 1973. 1 El Sol, mezcla de novela y ensayo, cuenta este viaje junto
1 La primera parte de esa experiencia la ha contado ya la autora en Diario de China. I Sian (Ediciones de la Torre, Madrid 1979), libro pleno de frescura, curiosidad y rebeldía juvenil. Hoy espero la
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