SUMMA. Repositorio Institucional

167 UNUS CHRISTIANUS, NULLUS CHRISTIANUS = UN CRISTIANO, NINGÚN CRISTIANO Olegario González de Cardedal Universidad Pontificia ogonzalezhe@upsa.es εἷς δ’ἀνὴρ οὐ πάνθ’ὁρᾶι Eurípides, Las Fenicias 745 El hombre es una síntesis de pasividad y de actividad respecto del otro. Es creado por él y a él termina creándole. No se surge solo de la afirmación autónoma de sí mismo, que luego será esencial, sino a la vez de la acción libre del otro. El ser humano es así resultado de una relación, que implica una distancia y una diferencia originarias. La soledad no es lo originariamente humano, le excede al hombre y es propia de quien es más que él (Dios, que sin embargo es comunión trinitaria) y de quienes son menos que él (animales, que sin embargo viven siempre en rebaño). Esta realidad ha llevado a las afirmaciones siguientes: un hombre solo es ningún hombre; un hombre sin relación social ni llega a ser hombre ni permanece tal. Y esto que se dice del ser del hombre se dice igualmente del cristiano: un hombre sin determinación comunitaria y sin inserción en la Iglesia, en la visible de los templos de piedra y en la invisible

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