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Ascendencia del esp. vulgar «semos»
El vulgar semos, en lugar de somos, está muy extendido en Ia Península. Se halla, siempre como arcaísmo rústico, en muy diversos lugares de Ia Península, y no faltaa tampoco en América. Lo tenemos en zonas castellanas y en América se registra como arcaísmo en Colombia 1. En zonas dialectales peninsulares se registra en el centro y oriente de Asturias y en Ia Cabrera2, en el campo de Jaca, Bielsa y Bolea3, así como en judeo-español4. También se encuentra semos en dialectos de Extremadura portuguesa y del Norte de Portugal5, y en el propio GiI Vicente como vulgarismo 6. Una explicación simplemente analògica de este semos no parece convincente. Meyer-Lübke7 propuso Ia influencia de hemos. También se podría invocar Ia influencia de sedére, que formó el infinitivo esp. y port. ser, pero en sernos no hay rastro de Ia doble e que conservamos aún en poseer, y que Menéndez Pidal señala en pasajes del Cantar8 en imperativos como quedas seed, mesnadas, aquí en este logar (v. 702), aparejados me seed a cavallos e armas (v. 1123). Es mejor que acudamos a Ia comparación románica para explicar semos. Meyer-Lübke9 nos ofrece una construcción
1 L. Flórez, Lengua española (Bogotá 1953) p. 252. 2 A. Zamora Vicente, Dialectología espaftoto, 2 ed. Madrid 1967) pp. 190 y 191. 3 lbid., p. 264. 4 lbid., p. 359. 5 W. Meyer-Lübke, Grammatik der romanischen Sprachen, n (Estrasburgo 1894) § 255. 8 Pilar Vázquez y María Albertina Mendes da Luz, Gramática portuguesa, 3 ed. (Madrid 1971) I, p. 212. 7 O. cit., 214. 8 Cantor de Mío Cid, H, p. 849. 9 O. cit., p. 248.
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