|
El 30 de agosto fallecía en Santiago de Compostela Francisco Cantelar Rodríguez. Con discreción, sin demasiado alboroto, recibió cristiana sepultura el día 1 de septiembre, en su pueblo, una sencilla parroquia rural coruñesa. Estoy convencido de que cada uno se enfrenta a la muerte y muere como siempre ha sido. Sin barullos innecesarios, sin pompas, con discreción, sen-cillez, humildad, sin hacer ruido, sin quejarse, no queriendo molestar, dando gracias, con fe profunda y tierna confianza en Dios, rodeado de su familia y amigos, así murió Francisco Cantelar, porque así vivi
|