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FAM4 (1992) 69-77
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cteí ^utcctoLUIS PORTERO SÁNCHEZ *
Cuando se comienza lona lección con el título que a la nuestra hemos puesto, posiblemente lo primero que convenga hacer es explicitar algo su razón y contenido. La referencia a Europa lo es porque en tomo a este continente ha venido girando el mimdo, sobre todo da partir de los siglos XV y xvi, y desde este espacio geográfico se ha desparramado una civilización sobre todo el horizonte de tierras que la circundan. Centro de comunicaciones geográficas y culturales, Europa se nos presenta a lo largo de los tiempos como una fuerza coherente. Es Curioso cómo a pesar de las luchas internas, de diferencias étnicas y culturales, la «imidad» ha sido siempre una de sus ideas matrices. Desde Roma en adelante, las tentativas de aglutinar han sido constantes, incluso respetando diferencias, abrazando enfrentamientos, salvando recelos. Por encima de todo siempre predominó un deseo de síntesis, la búsqueda de una unidad vital. No vamos a desconocer que en el camino recorrido tras el medioevo se han producido traumáticas separaciones. Pero el espíritu europeo ha conseguido, incluso en medio de tensiones, sus más altos triunfos. Junto al lado obscuro de la historia, de puntuales hechos de descomposición, el Cristianismo, la Reforma, el Iluminismo, y el Humanismo son movimientos-fuerza determinantes de una egemonía sobre otros sistemas de vida. La dinámica de la cultura europea ha conseguido aunar al tiempo la custodia de rancias e importantes tradiciones, con múltiples experiencias adquiridas a lo largo de siglos, siempre teniendo como última meta la defensa del ser humano como portador de razón y libertad. La Europa actual, tecniflcada, tolerante, amante de libertades, busca de nuevo esa unidad vital que la hizo grande. Trata, otra vez, de renovarse y ser guía. Y el futuro. Escribía no hace tanto tiempo Eugen Bohler que «el futuro es el problema del hombre moderno». Cualquier incursión que pretendamos hacer en
* Lección Inaugural del Curso Académico 1991-1992. Esc. Sup. Est. Familiares (Salamanca 18 de octubre de 1991).
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