‹ Volver a los resultados
SUMMA > Biblioteca Digital > Revistas UPSA > Revista Española de Derecho Canónico > 1974, volumen 30, n.º 85 > Páginas 38-41. Carta de la signatura apostólica al Cardenal Alfrink
Carta de la signatura apostólica al Cardenal Alfrink
Staffa, Dino
APENDICE CARTA DE LA SIGNATURA APOSTOLICA AL CARDENAL ALFRINK AI Emmo. y Revmo. Señor Caïd. J. BERNARDO ALFRlNK Presidente de Ia Conferencia Episcopal Holandesa Eminentísimo Señor: Ante este Supremo Tribunal de Ia Signatura Apostólica, al que se ha confiado Ia misión de ayudar a los Obispos en Ia recta administración de Ia Justicia, han sido interpuestos muchos recursos, acerca de los cuales ya he hablado con VE. franca y confiadamente. Con Ia presente carta querría notificarle algunas cosas que deben ser urgentemente corregidas y reformadas en Ia administración de Ia justicia en Ia provincia eclesiástica de Holanda. I Se trata no sólo de Ia observancia de las normas procesales, sino también de Ia doctrina misma sobre Ia naturaleza del matrimonio entre bautizados. He aquí algunas opiniones menos correctas (minus probatae) que fueron recogidas por aquellas sentencias contra las cuales precisamente se recurre: 1) La indisoluble unidad del matrimonio promulgada por Cristo se declara un 'ideal', 'lo mejor', que de ninguna manera ha de ser considerado norma o ley para los cónyuges cristianos. 2) El consentimiento matrimonial se considera no de modo estático, sino dinámico: con él Ios cónyuges van llevando progresivamente a plenitud su amor mutuo. TaI concepto se funda en Ia enseñanza del Concilio Vaticano II que designa el matrimonio no como un pacto o alianza, sino como una comunión de vida y amor. 3) Hay que distinguir entre voluntad de casarse y afecto con el que hombre y mujer realizan su matrimonio: éstos se hacen conocedores del valor de su matrimonio en Ia medida en que sucesivamente tal matrimonio será un éxito o un fracaso. 4) Por Io cual corresponde ante todo a los esposos el juicio sobre el valor de su matrimonio: ellos pueden establecer con su propio juicio si el matrimonio ha sido válido, pues es feliz, o por el contrario nulo o disuelto, porque no tuvo éxito. 5) Este juicio de los esposos puede, previa Ia revisión de todo el problema, ser confirmado o rechazado por los Jueces eclesiásticos que son los tutores "del orden en Ia Iglesia". 6) Sobre estas y otras opiniones semejantes, los jueces eclesiásticos de esa provincia apoyaron muchas innovaciones en el proceso matrimonial : a) se oye a los cónyuges con el fin de hacer el examen psicológico de Ia evolución de su matrimonio
https://doi.org/10.36576/summa.5087
PDF
4
x
229,2 KiB (234.739 bytes)
/ / : :