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DiEct. XXIX, n. 94-95 (1994) 287-303
LA BENDICIÓN PROMETIDA A LAS NACIONES EL LLAMAMIENTO DE ABRAHAN (Genesisl2,l-9) UNA VISION PERSONAL DE LA KOINONIA
INTRODUCCIÓN
Koinonía, tal como se usa en el tema de esta Quinta Conferencia Mundial de Fe y Constitución, es, estrictamente hablando, un concepto del Nuevo Testamento. Guarda relación, a mi modo de ver, con Ia comunidad de los seguidores de Cristo con Dios Padre, a través del Señor Jesús en el Espíritu y de Ia comunidad que ellos crearon sobre Ia base de su relación de fe y amor con el Dios trino. La detallada y perseverante reflexión sobre Ia epístola de San Pablo a los Gálatas que constituye el marco bíblico del programa de Ia conferencia nos llevará directamente, así Io esperamos, al corazón de Ia cuestión. Deberíamos encontrar amplio material en esa epístola para inspirarnos y estimularnos en el viaje hacia una mayor koinonía en Ia fe, Ia vida y el testimonio. Mi tarea consiste en compartir con los miembros de esta conferencia una «visión personal» de Ia koinonía basada en un pasaje del Antiguo Testamento. Cada uno de los temas principales del Nuevo Testamento encuentra amplia ilustración y prefiguración en el Antiguo Testamento. Hay una unidad básica entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Apoyándose en Ia enseñanza de San Agustín sobre este punto, el Segundo Concilio Vaticano, en Ia Constitución dogmática sobre Ia divina Revelación Dei Verbum, n. 16, declara: «Dios, inspirador y autor de ambos Testamentos, en su sabiduría ha
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