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CONCILIO Y RECEPCIÓN
Uno de los aspectos más recientes y actuales de Ia eclesiología, que interesa a todo el mundo cristiano, es el tema del concilio ! y de Ia recepción de sus decisiones. De hecho, hoy día, el tema de Ia recepción se plantea casi esclusivamente en relación con los concilios, Io que teológicamente e históricamente es unilateral; este planteamiento, a nuestro modo de ver, ha surgido a través de una teología de Ia autoridad en Ia iglesia, especialmente de una teología de Ia autoridad suprema. El planteamiento no es n¡ mucho menos falso, pero, como decíamos antes, es unilateral, porque Ia recepción no es solamente un hecho conciliar, o relacionado exclusivamente con Ia vida conciliar de Ia Iglesia, sino que es primeramente un hecho eclesiológico, con hondas raíces sacramentales. Dentro de este marco eclesiológico surge Ia recepción conciliar, pero no se agota en el hecho conciliar, sino que tiene también una dimensión extraconciliar. El tema de Ia recepción en su vertiente conciliar es de mucho interés. Porque Ia relación concilio-lglesia y, dentro de esta relación, otra: decisión conciliar-recepción o norecepción, ambas son de suma importancia, y de ellas depende Ia koinomia de las Iglesias, en último análisis Ia unidad de Ia Iglesia. Aunque Ia unidad de Ia Iglesia no se puede reducir solamente a estos aspectos. Pero, sí, es un momento decisivo, en Ia expresión de Ia unidad de Ia Iglesia. Las relaciones aludidas se pueden prestar a dos maneras de interpretación: una teoló1 En este estudio emplearemos Indistintamente las dos palabras, concilio y sínodo, como sinónimas, aunque Ia palabra sínodo matiza me¡or el sentido de esta realidad eclesiológica
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