|
PENSAMIENTO HISPÁNICO
CRISOL DE LA VERDAD Y AVISO PARA ALGUNOS POLÍTICOS
Las pooas hojas de don Blas de Soto que presentamos aquí no lograron que pasase a Ia posteridad, ya que nada sabemos de su biografía. En sus Fuentes para kt Mstoria española e hispanoamericana, B. Sánchez Alonso Ie ignora1. Estamos pues delante de una rareza t>ibUográfica sin poder afirmar por Io tanto que su interés moral y político sea de los mayores. Sin embargo, en una época particularmente difícil para España, su reedición se justifica hoy por Ia permanencia indiscutible de Ia utilización de un tema fundamental: Ia razón de Estado. En 1825, se fundan «veintitrés cátedras «n el Colegio Imperial. Una de eUas es "Políticas y Económicas" para interpretar las de Aristóteles "ajustando Ia razón d'Estado con Ia conciencia, religión y fe catóUca"» 2. Sabemos que este problema fue el eje de todo el pensamiento político del siglo svii que vituperó sin tregua el realismo de Maquiavelo, queriendo al mismo tiempo acapararse de tes técnicas de éxito purificadas ya por una crítica cristiana. Todos los empeños de un pensador de Ia estatura de Saavedra Fajardo se sitúa en el marco claramente trazado por Juan Márquez en su Governador cristiano publicado en Salamanca en 1612: «Siempre ha parecido Ia mayor dificultad del govierno Christiano el encuentro de los medios humanos con Ia ley de Dios; porque si se hechasse mano de todos, se aventuraria Ia conciencia; 3 y si de ninguno, peligrarían los fines, en detrimento del bien común» . El texto de Blas de Soto acusa directamente a los políticos que quieren que los intereses materiales pasen delante de los imperativos espirituales. Por Io tanto opone los políticos al monarca español ejemplar cuyos esfuerzos deben encauzarse hacia Ia conservación de una religión exenta de compromiso. Estamos en 1710 y nuestro autor nos enseña que en aqueUa fecha se ofendió Ì& religión en CastiUa. AqueUa época corresponde a Ia última fase de Ia guerra de sucesión que opone Felipe V al pretendiente al trono de España, el archiduque de Austria que sería más tarde ^emperador de Alemania bajo el nombre de Carlos VI. Este se vale de Ia ayuda de fuerzas extranjeras, inglesas y alemanas, para apoderarse del cetro de FeMpe V que Ie opone una resistencia brava. Los azares de Ia guerra obUgan a FeUpe a abandonar Madrid y a refugiarse en VaUa1 Madrid 19S2, 3 ed., 3 vol. 2 J. Beneyto Pérez, Historia de tos doctrino« políticas CMadrld 1964) p. 320. 3 Al lector.
|