|
LA IDEA DE LA PAZ EN EL ORDINARIO DE LA MISA
Cristo es eI Príncipe de Ia paz. Y el Sacrificio de Ia Misa, el Sacrificio de pacificación. Universal; «Ab ortu enim solis,.. offertur... hostia munda» l. Hoy que sólo se habla de paz. Anhelos de paz... Tratados de paz... Pero a Dios se Ie excluye, Y se quiere que su nombre no figure en las grandes decisiones internacionales. Cuando 2 t:l solo pudiera regalarnos *esa paz que el mundo no puede dar* . Y se excluye Ia intervención deí Romano Pontífice, Vicario de Cristo, que desde Ia colina del Vaticano, con Ia luz de sus enseñanzas, iluminaría los verdaderos caminos de Ia paz entre los pueblos. S, Agustín, en Ia Ciudad de Dios, pone por fundamento Ia paz interna de las almas, engendradora del orden. Mucho se pudiera profundizar sobre este pensamiento y el Augusto Sacrificio, Pero no vamos en este artículo a desarrollar el sentido pleno, teológico de Ia Misa, que en cuanto sacrificio propiciatorio aplaca a Dios ofendido, remite los pecados y Ia pena temporal debida por ellos :i. La pobre criatura alejada de su Criador, experimenta los goces inefables y los frutos de Ia verdadera paz, Si queremos que este sentido teológico de sacrificio propiciatorio quede de fondo en el estudio de las referencias a Ia paz, en los diferentes aspectos que ofrecen los textos litúrgicos en el Ordinario de Ia Misa.
* Malach. 1, 10-11.
2
3
Oración de Ia «Missa pro pace».
Q. AtASTRUEY, De Sanctissima Eucharistia (Vallisoleti, I94Q),43L
|