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LA INFLUENCUV DE LA ESCOLÁSTICA ESPAÑOLA EN LA FILOSOFÍA RUSA DE LA PRBVfERA MFTAD DEL SIGLO XVIII
No creemos que haya necesidad de resaltar Ia importancia del trabajo de los teólogos y filósofos de Ia segunda escolástica para el pensamiento occidental. Es de común saber, que Ia filosofía de Domingo de Soto, Domingo Báñez, Francisco Suárez, Luis de Molina, Gabriel Vázquez y otros grandes pensadores salmantinos, incluyendo Ia ontologia y gnoseologia, doctrinas teológicas y político-jurídicas se difundió por todo el mundo europeo y parte del americano. Pero no todos saben que esa enorme difusión no se limitó al campo católico y protestante, sino que avanzó a las fronteras orientales de Europa, fronteras rusas. En Ia historia de Rusia, un investigador cuidadoso puede descubrir mucho de común con Ia historia de España, y, como consecuencia, una simpatía entre estos dos pueblos y su interés mutuo 1. Y esto afecta en sentido pleno a Ia historia de Ia filosofía y de Ia cultura. En España, como en el mundo hispanohablante, son bien conocidos los pensadores rusos de los siglos xix y XX: Fiodor Doctoievski, Lev Tolstoj, Vladimir Soloviev, Pavel Florenskij y otros. Pero sólo los especialistas estudian con profundidad y seriedad el pensamiento ruso literario y filosófico. Por otro lado, las tradiciones filosóficas que se han desarrollado en Rusia a Io largo de los siglos constituye sin duda parte de Ia cultura nacional rusa, así como de las culturas española e iberoamericana.
1 Puede servir como ejemplo de esto Miguel de Unamuno, que a finales del siglo xix, en carta aI cónsul de España en Ia capital de Finlandia, Helsinki (en aquel entonces Finlandia era parte del Imperio Ruso), escribía que España necesita de personas que puedan entrar en contacto con Ia élite intelectual de Rusia, y Ie pidió que Ie informara de Ia vida espiritual de los rusos. «Usted será —escribía Unamuno— no tanto cónsul cuanto embajador de nuestra cultura». Este cónsul no era otro que el escritor Ángel Gavinet García (1862-1898).
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