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LOGICA DE LA VERDAD Y LOGICA DE LA APARIENCIA El «Discours préliminaire de Ia conformité de Ia Foy avec Ia Raison», de Leibniz, y los «Principia Philosophiae» (IV a parte, arts. 204-6), de Descartes
Los textos objeto de comparación pertenecen a Ia etapa madura y plenamente reflexiva del pensamiento de los dos autores. El Discours de Leibniz apareció en 1710 con los Essais de Theodicée. Los Principia de Descartes fueron publicados en latín en 1644 y en francés, traducción revisada y prologada por el autor con importantes adiciones, en 16471. A primera vista, parecería que fuera de Io indicado, no hay demasiadas semejanzas entre uno y otro texto. Leibniz prologa una obra plenamente centrada en Ia problemática del momento «acerca de Ia Bondad de Dios, Ia Libertad del hombre y el Origen del Mal». Para ello necesita justificar Ia posibilidad misma de Ia reflexión filosófica en torno a temas teológicos y ha de hacerlo teniendo presente el Dictionaire historique et Critique de Bayle. El texto de Descartes recoge Ia reflexión final en torno al grado de certeza que Ie corresponde a Ia ciencia física, de acuerdo con los principios del conocimiento humano que sustentan todo el saber acerca de las cosas materiales. En un caso está en cuestión Ia relación Fe-Razón, viejo problema por otra parte; en el otro se trata de aclarar definitivamente Ia relación Experiencia-Razón, problema eminentemente moderno. Pero en uno y otro caso se hace preciso aclarar una pluralidad de nociones conexas con el tema, de donde resulta una particular semejanza en el desarroUo y, a mi modo de ver, una interesante —por fecunda— diferencia de resultados. Lo que está en juego en definitiva es Ia justificación de Ia primacía de Ia Razón en su aplicación a los problemas de Ia experiencia y de Ia creencia; ello remite a Ia necesidad de aclarar los supuestos de orden lógico sobre los que se mantiene y acredita Ia actividad racional, Io que, a su vez desemboca en Ia exigencia de dos Lógicas diferentes para cada tipo de verdades, pero en un caso, el ámbito de las verdades positivas queda enredado entre Ia impenetrabilidad de los fines de Dios y Ia garantía de su veracidad.
1 Leibniz, G. W., Die Philosophischen Schriften, ed. Gerhardt, VI, pp. 49-101. Descartes, R., Principia Philosophiae, ed. Adam-Tannery, VIII-I, 327, 1-329, 7. Teniendo en cuenta Ia importancia de las adiciones y Ia fiabilidad de las mismas, seguiré preferentemente el texto francés, AT, IX-2, 322-25.
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