La sentencia de don Agapito Amieva, Provisor de Santander, nos ofrece un caso más, y lamentable, de matrimonio nulo por condición puesta y no cumplida. La historia se repite una vez más: Zas ilícitas relaciones de unos adoíescentes, el pretendido embarazo de ia joven y Ia diligencia de los padres de ambos, llevan al matrimonio a dos menores: él, 17 años, ella, 16. El esposo, que quiere a otra muchacha, acepta contraer matrimonio por un embarazo, y sólo por eso, del que se cree responsable. El engaño es manifiesto y reviste todas las apariencias de Ia «vendetta» de una joven desdeñada e irresponsable.
|