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DE LA PROHIBICIÓN DE LIBROS*
1) A quién compete Ia facultad de prohibirlos, y efectos que se siguen de tal prohibición (cáns. 1395, 1396, 1398); 2) obligación de denunciar los h'bros perniciosos (can. 1397) ; 3) libros prohibidos por el derecho (can. 1399) ; 4) quiénes se eximen de Ia prohibición (cáns. 1400-1401) ; 5) facultad de los Ordinarios para autorizar Ia lectura de libros prohibidos (can. 1402) ; 6) uso de Ia facultad de leer libros prohibidos (can. 1403, 1405) ; 7) normas que deben observar los libreros en orden a Ia venta, etc., de libros prohibidos (can. 1404); 8) sanción contra algunas infracciones relativas a los libros prohibidos (can. 2318).
1. A QUIÉN COMPETE LA FACULTAD DE PROHIBIR LIBROS, Y EFECTOS QUE SE SIGUEN DE TAL PROHIBICIÓN
El can. 1384 § 1 expresa de una manera general que a Ia Iglesia Ie compete el derecho de prohibir los libros con justa causa. Quiénes, en concreto, están autorizados para ejercitar ese derecho, Io determina el can. 1395 de Ia siguiente forma: § Q) El derecho y el deber de prohibir libros por justa causa, compete no sólo a Ia suprema autoridad eclesiástica para toda Ia Iglesia, sino también a los Concilios, aun particulares, y a los Ordinarios de lugar para sus subditos. § 2. Contra esta prohibición se admite recurso a Ia Santa Sede, pero no en suspensivo. § 3. También el Abad de un monasterio autónomo y el Superior supremo de religión clerical exenta, con su Capítulo o Consejo, puede por causa justa prohibir libros a sus subditos; y otro tanto pueden hacer, si hay peligro en Ia tardanza, los demás Superiores mayores con su propio Consejo, pero a condición de que den cuenta de ello inmediatamente al Superior supremo. En el Apartado 2 del artículo al que aludimos en Ia nota preliminar hemos visto cómo, de hecho, Ia Iglesia por sus Pontífices y Concilios ejercitó de continuo el derecho que Ie compete a condenar los libros
* Este artículo i;s complemento del que, bajo el epígrafe "De Ia previa censura de, libros \- i1i- .«» prohibición", hemos publicado en esta misma Revista, 11 (1956), pp. 67-102.
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