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UNA ESCUELA CRISTIANA ACONFESIONAL. LA DE DON MILANI. INTRODUCCIÓN Este trabajo deja al margen dos cuestiones importantes. Una: Ia regulación política de Ia escuela en un país, el nuestro, por ejemplo. Dos: las características globales de Ia escuela de Barbiana, que deben tenerse en cuenta para comprender su religiosidad, pero que no son exclusivamente religiosas. El trabajo se centra en Ia naturaleza concreta de Ia confesionalidad cristiana de Ia escuela, tal y como Ia concibe Don Milani. La suya es, sin dudarlo, una escuela cristiana y, sm embargo, se realiza como tal de un modo que no duda en llamar aconfesional. Esta paradoja merece ser estudiada porque aporta en Ia Iglesia una nueva perspectiva del tema, ampliamente verificada en Ia práctica de Barbiana. Ahora que tanto se habla de Ia conveniencia o no de Ia confesionalidad explícita de las escuelas, sería ingenuo pensar que ésta se entienda y se realice de un modo unívoco. Pueden existir —en teoría al menos— escuelas regidas por religiosos, incluso, con profusión de actos de fe manifiestos y hasta obligatorios, que, por Ia concepción de vida que inculcan y desarrollan y por Ia escala de valores que traslucen, sean perfectamente agnósticas o ateas. También Io contrario es posible, al menos en Ia práctica. El trabajo, pues, se circunscribe a un intento de iluminar para los creyentes Ia complejidad que se encierra tras Ia idea de confesionalidad cristiana escolar. (Por escuela entendemos Ia enseñanza obligatoria principalmente). La primera de las cuestiones arriba marginadas, ni depende ni se implica en nuestro estudio, fundamentalmente teológico, sino en una concepción de las libertades de los individuos y los grupos que —por razones sociopollticas— debe quedar perfectamente clara: Grupos e individuos deben tener Ia posibilidad de crear y gestionar escuelas acordes con sus credos religiosos o ideológicos, si no ofenden ni defraudan los objetivos de ese servicio público que se ha impuesto el país. La segunda cuestión que no abordamos ahora, debería quedar sobreentendida: una escuela no puede definirse en materia religiosa por el número de veces que menciona u omite el nombre de Dios, sino por ese cúmulo
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