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CONGRESOS Y JORNADAS Salmanticensis 64 (2017) 501-502
XXVIII Semana de Teología Pastoral (Madrid, 24 al 26 de enero de 2017)
En los días del 24 al 26 de enero de 2017 se celebró la XXVIII Semana de Teología Pastoral en la Universidad Pontificia de Salamanca en su sede en Madrid. Esta vez el título que nos convocaba era el de “La Pastoral en las fronteras de la fe”. Asistieron a estas jornadas un total de 280 personas.
La palabra “frontera” puede entenderse en dos sentidos muy diversos. En el primero apunta a aquellos elementos de contención que nos separan de los otros y delimitan con precisión el territorio propio. Este tipo de fronteras ha traído a los humanos las mayores desgracias de su historia. En su nombre hemos levantado muros de la vergüenza y los hemos coronado de alambre de espino y concertina. Entre otros, nuestro país a día de hoy no ha sido ajeno a esa barbarie que quiere realizar una imposible contención de la pobreza extrema y la desigualdad. Lo hacemos incluso saltándonos la legislación internacional humanitaria.
Pero el término frontera puede ser entendido en un sentido bien distinto. Como experiencia liminar a explorar, como espacio no excluyente y convocatoria al diálogo. Por consiguiente, no tanto como límite sino como posibilidad a explorar que invita a transitar por lo inédito viable. Creemos que ese el sentido que hemos adoptado en nuestra Semana de Teología Pastoral.
Lo propio de esta casa es hacer teología pastoral. Esta disciplina supone un continuo contraste con la vida misma como lugar teologal. En ella y no en otro lugar experimentamos al Dios que se revela en Jesucristo. Por eso no tememos reflexionar en la frontera y sobre las fronteras. Menos cuando el Papa Francisco invita a una Iglesia “en salida” dispuesta al encuentro con los hombres y mujeres allá donde se encuentren.
A lo largo de los tres días se ha reflexionado sobre un Dios que carece de fronteras. Lo mismo ha de predicarse de la acción pastoral de la Iglesia si quiere ser fiel a su Señor. De ese moverse en la frontera saben bien las mujeres en la Iglesia que siempre han sabido
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