SUMMA. Repositorio Institucional

Salmanticensis 48 (2001) 123-148 «JURAR POR DIOS EN QUMRAN» (CD 15, 1-2) 1. EL DlOS DE QUMRÁN Si bien es verdad que el Dios de Qumrán es el Dios del Antiguo Testamento (el Dios de Ia Biblia hebrea), tenemos que reconocer que determinados apelativos divinos manifiestan una teología más expresiva respecto a Dios que muchas de las denominaciones utilizadas a Io largo del Antiguo Testamento. En Ia literatura de Qumrán podemos encontrarnos con los atributos divinos más inusuales de una mentalidad, Ia de los hombres de Qumrán, en Ia que toda su opción de vida tenía como único y exclusivo fin Ia búsqueda de Dios por medio de Ia perfección de sus vidas —el grado más alto al que podían aspirar—. El prólogo de Ia Regla de Ia Comunidad comienza dejando claro que Ia finalidad de aquella asamblea era buscar y encontrar a Dios. La expresión para buscar a Dios Pw crrrf?), que aparece en las primeras líneas del prólogo (lQS 1, l-2a), manifiesta verbalmente Ia intencionalidad que ha de ser el fundamento de los hombres que asumen Ia Regla de Ia Comunidad como su normativa de vida. Buscar a Dios es, por tanto, Ia iniciativa primera y final a Ia que tienden los miembros de Ia comunidad y determina Ia vida de aquellos hombres desde Ia organización interna a través de una estructuración jerarquizada, hasta las normas de conducta y de purificación. La búsqueda de Dios será uno de los temas más repetidos a Io largo de Ia Regla de Ia Comunidad. Aquellos hombres debían de estar plenamente convencidos de que Ia visión de Dios —que es Ia temática con Ia que termina el prólogo y Ia finalidad última de Ia Regla de Ia Comunidad— sólo se podía alcanzar tras una previa y constante búsqueda de Dios. La visión de Dios sólo se obtiene si antes se ha desarrollado una búsqueda de Dios. Por esa razón, Ia búsqueda divina era el primer objetivo que el hombre de Qumrán tenía que conseguir a través de unos

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