|
456
RECENSIONES
Siguen los tres apéndices de los que ya hemos mencionado dos. El otro es una presentación sobria de las fuentes antiguas (Cartas de Juan, Martyrios, Paladio, Sócrates, Sozomeno, Teodoreto, Filostorgio y Zósimo) en que se ha basado nuestro autor. En nuestra recensión a su gran biografía de 1975 sobre san Jerónimo (cf. Salmant 25 (19781 509-511), Ia calificábamos de estudio biográfico brillante, elaborado con un conocimiento amplio y penetrante de las fuentes, redactado con un estilo ágil y claro. Nos complace reiterar aquí ese juicio, subrayando, si cabe, nuestra admiración al autor de una biografía tan sólida y de grata lectura. Ramón Trevijano
2) HISTORIA
D. Mansilla Reoyo, Geografía eclesiástica de España. Estudio histórico-geográfico de las diócesis. Publicaciones del Instituto Español de Historia Eclesiástica, Monografías n. 35 (Roma: Instituto Español de Historia Eclesiástica 1994), 2 vols., 296 y 556 pp.
Geografía e Historia teóricamente hacen buenas migas, aunque a veces en Ia práctica anden disociadas. Los grandes episcopologios, antiguos o modernos, articulan Ia historia sobre el eje de Ia sucesión de los obispos. Junto a esta óptica de tipo personalista cabe —y se debe— articular otra historia, concretamente articulada sobre las diócesis, realidad geográfíca con límites precisos y variaciones a tenor de Ia Historia misma. TaI es el campo que acotó D. Demetrio Mansilla, reconocido investigador antes de ser obispo de Ciudad Rodrigo, que, fiel a su oficio, ha querido coronarlo tras su jubilación de las tareas episcopales. En esta obra ha reunido muchos estudios dispersos en revistas, pero que forman un todo unitario. Resultan fácilmente perdonables algunas repeticiones. El conjunto es sumamente valioso y abarca un arco temporal muy extenso: desde los orígenes hasta finales del siglo xvi. Aunque aparezcan entremezclados en Ia narración muchos nombres de obispos antiguos, medievales o modernos, el objetivo de Ia obra es el de historiar Ia configuración de las diócesis. Para ello ha de manejar incontables fuentes documentales, no sin antes establecer críticamente su valor y fiabilidad, pues a veces ha de habérselas con falsos o apócrifos. Manejando con sentido crítico tales fuentes y Ia bibliografía que sobre
|