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R ECEN S I O N ES
Este ha servido de modelo a los demás evangelios sinópticos, aunque es obligado reconocer que tanto Mateo como Lucas tienen su perspectiva propia del kerigma... Hay una evolución que se prosigue en Pabto y Juan que van a ocupar Ia antención del autor durante Ia tercera parte. Se descubre sus ideas teológicas en una exposición sencilla y bien conseguida. Esta es una constante de todo el libro. Dodd deja el aparato científico para circunscribirse únicamente al objeto de su preocupación. Cierra este estudio un apéndice centrado en Ia escatologia e historia donde se hace ver Ia importancia de estas dos realidades en Ia problemática cristiana. J. Oroz
2) Teología Adolf Kolping, Fundamentaltheologie, Band II. Die konkret-geschichtliche Offenbarung Gottes (Münster, Verlag Regensberg, 1974) XXIV + 783 pp. Dimos a conocer el primer volumen (1968) de esta obra en Salmanticensis (1970) p. 188. AlIi se trataba de Ia «teoría del conocimiento de credibilidad del mensaje revelado eclesial», o teoría de Ia revelación; ahora se trata de Ia «concreta e histórica revelación de Dios». El autor presenta Ia demostración de credibilidad que tiene Ia revelación divina que culmina en Jesús de Nazaret. Comienza con unas cuestiones sobre el objeto y el método de este tratado segundo dentro de Ia Teología fundamental, entre las cuales notamos el esfuerzo o intento por presentar el fenómeno religioso de Israel como demostración de su credibilidad. Pertenecen también a los pródromos del libro las notas sobre Ia revelación en el horizonte de Ia Cosmogonía, Etnología e Historia de las religiones; y sobre el hombre y Ia fe dentro de un mundo en evolución. Como primera parte de Ia obra en que se trata del hecho concreto de Ia revelación se estudia el acontecer de Ia revelación y de Ia fe en Israel; es el momento de estudiar Ia esperanza mesiánica en el A. T. Por fin llegamos a Jesús de Nazaret, culmen y centro de Ia revelación divia. Se comienza por los fundamentos históricos de Ia existencia de Jesús: los testimonios paganos, judíos y todo Io tocante al N.T., estudiado con amplitud de horizonte en los sinópticos, evangelio de Juan, cartas de San Pablo, Actos de los Apóstoles y otras cartas; se resumen los datos históricos de Ia biografía de Jesús. El capítulo más importante de esta segunda parte estudia Ia misma revelación hecha por Jesús. Pero quisiéramos demostraciones convincentes en Io que se dice sobre Ia manera de conocer Ia ipsissima vox lesu; nos parece que algunas cosas se afirman sin suficiente prueba (p. 349); Io mismo que en otras ocasiones (p. 443 sobre Ia maldición de Ia higuera). Se recibe Ia impresión que el autor acepta sin suficiente demostración algunas afirmaciones de Ia historia redaccional de ciertos críticos. Por esta excesiva concesión a Io que llama «conocimientos exegéticos de hoy», llega a afirmar que un solo milagro de Jn (Lázaro) no demostraría Ia legación divina de Jesús (p. 466); aunque es verdad que el conjunto de los milagros es Io definitivo, y que Ia persuasión de los contemporáneos y de Ia historia acerca del poder taumatúrgico de Jesús es suficiente demostración. En todo el libro, v. gr., en Ia exposición del mensaje de Jesús, el autor descubre gran erudición y abundantes puntos de vista, que completan su
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