|
CONFESIÓN DE PECADOS DUDOSOS
REFLEXIONES EN TORNO AL ABANDONO DE UNA SENTENCIA, ANTES COMUN, Y HOY, POCO MENOS QUE OLVIDADA
por ANTONIO PEINADOR, C. M. F.
SUMMARiUM.—Exponitur considerationi theologorum discrimen, quod, abs dubio, existit inter hodiernos et non adeo recentes auctores, qui de confessione peccatorum dubiorum scripserunt. Ante S. Alphonsum, communis sententia obligationem affirmabat illa confitendi, ut dubia. E contra, post S. Alphonsum, omnes fere obligationem negant. Statu quaestionis definito, demonstratur argumenta ab hodiernis allata, nota bene fuisse ab antiquis, quibus hi congruenter responderé; neque novi quidquam invenisse S. Alphonsum, quo, quatenus a praedecessoribus ignoto, explicari possit illius recessus a communiore sententia ut accederet paucorum eorum opinioni, qui obligationem praedictam negaverunt.—Quaestio in se, de confitendis vel non confitendis dubiis peccatis, ut dubiis, hic non proponitur solvenda. Ast, memoratae discrepantiae occasione arrepta, quaedam consideranda offeruntur circa exageratam forsam praevalentiam principii minusprobabilismi ac legis dubiae, sive in statuendis legibus scientiae moralis, sive practice in ducendis moribus christianis.
Como ejemplo tipico de Io que, sobre las ideas y las persuasiones más arraigadas, pueden el ambiente y una mentalidad formada o en vías de formación, vamos a someter a examen el hecho, fácilmente comprobable, del olvido en que ha venido a parar una sentencia, que hasta los días de SAN ALFONso, fué compartida por Ia inmensa mayoría de los teólogos, y que, a partir del Santo, poco más o menos, ha sido sustituida por su contraria. Nos referimos a Ia opinión, común en los autores de los siglos XVII y XVIII, que defendía Ia obligación de confesar los pecados mortales dudosos, como dudosos, contra muy pocos que se aventuraron a sostener Io contrario. SAN AiFONso se inclinó a favor de estos pocos, concediendo probabilidad a su sentencia, que acabó por aceptar como más probable, sin aducir un solo argumento, que no conocieran y a que no hubieran respondido sus predecesores, adictos al parecer, hasta entonces, de los más. Juzgamos interesante el caso, cuyo estudio puede constituir una leve aportación al esclarecimiento de Ia verdadera causa de los males que se vienen atribuyendo a nuestra Teología Moral. Creemos que no son tantos,
"Sftlmantlcensls", 4 (1957).
|