|
LA CANCILLERÍA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
por VICENTE BELTRÁN DE HEREDIA, O. P.
SüMMAKiuM.— Postquam de Cancellario, ut de magni momenti muñere in historia Universitatis Salmanticensis, egit, auctor eorum virorum qui hoc muñere functi sunt seriem accurate inquirit, quam ab anno 1300 ad annum 1550 fere integram restitutamque reficit.
En las escuelas medievales, y por tanto en las Universidades que fueron su continuación, el canciller, llámesele así o con otro nombre, venía a ser Ia primera autoridad académica. Aquellas escuelas, fundadas y atendidas por Ia Iglesia, tenían un carácter marcadamente clerical. Lo propio ocurre generalmente con las Universidades, pues siendo ellas fruto del desenvolvimiento de dichas escuelas, o debiendo su origen a iniciativa de Ia Iglesia, con personal de Ia misma, su constitución y régimen tenía que ser también eclesiástico. En estas escuelas, puestas de ordinario bajo Ia tutela y dirección del Obispo o del Abad, el escolástico o superintendente efectivo era un delegado suyo tomado del Cabildo, cuando había en él persona capacitada para desempeñar esa función. De Io contrario, se encomendaba a un extraño. El Cabildo, auxiliar del Obispo, debía secundar con celo sus actividades, cuidando de Ia escuela como de cosa propia. De ahí Ia tendencia que se advierte en el siglo XI a hacer del encargado de Ia misma un miembro de Ia corporación. Un paso más, y tanto el escolástico como su escuela pasarán a depender del Cuerpo Capitular. Los concilios tercero y cuarto de Letrán (1179 y 1215), al imponer a los cabildos Ia obligación de sostener Ia escuela o de organizaría donde no existiera, contribuyeron eficazmente a dar forma canónica a Io que venía practicándose ya en muchas partes y a fomentar Ia creación de centros de enseñanza, que tanta falta hacían para contrarrestar Ia ignorancia y barbarie que iba cundiendo en Ia sociedad. En esta última fase del proceso evolutivo de Ia escuela catedralicia Ia historia nos presenta dos formas o variantes en su realización. En algunos cabildos se crea una nueva dignidad, el scholasticus o magister scholae; en otras se anexiona Ia dirección de Ia escuela a un oflcio ya exis"Salmanticensls", 1 (1954).
|