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BIBLIOGRAFIA
A. IpOLiTO LARRAKOETXEA (Karmeldarra): Erromako Eleizearvn Araudia. Tolosa, Librería Técnicos de Difusión, s.a.; 471 pp. Alejandro Larrakoetxea —de carmelita P. Hipólito— nos da en este volumen Ia versión al vasco del Codex luris Canonici de 1917. Nacido en Ceanuri en 1892, cultivó desde joven el estudio de las lenguas, sobre todo del euskera natal ; tradujo al vasco novelas de Cervantes y cuentos de los hermanos Grimm. Quedó inédita su traducción de dos libros de san Juan de Ia Cruz. Como canonista, fue discípulo del Angelicum y de Ia Rota; más tarde consultor de varios Dicasterios romanos, sobre todo en asuntos de Ia Iglesia Oriental; desde 1928 fue consejero y más tarde (1935) secretario de Ia Comisión que redactó las leyes de Oriente. La traducción que ahora se publica es obra de juventud del P. Larrakoetxea, terminada hacia 1924, aunque revisada poco antes de su muerte que acaeció en 1976. El vasco usado por el traductor es el dialecto vizcaíno que se habla en el valle de Arratia, no el moderno batúa, pues los primeros intentos de unificación del euskera son de Ia segunda mitad de este siglo. La dificultad, principalmente lexicográfica, de hacer esta traducción salta a Ia vista. El texto del CIC está sembrado de tecnicismos y el vetusto lenguaje euskérico tradicional carece de vocabulario jurídico. ¿Cómo se ha resuelto Ia dificultad? Carecemos de competencia para juzgar de Ia traducción. Los peritos en filología vasca tendrán no poco que decir acerca de los recursos empleados por el traductor; Ia invención de muchas palabras nuevas y Ia constancia en su uso, el circunloquio, el punto que descompone en dos Ia frase única del original, Ia nota explicativa a pie de página. No creemos que este libro vaya a contribuir al conocimiento y difusión de las leyes de Ia Iglesia. Pero merece darse a conocer como curiosidad bibliográfica que sin duda interesará a los canonistas.
TOMÁS G. BARBERENA
CLAUS URBAN : Nominalismus im Naturrecht. Zur historischen Dialektik des Freiheitsverständnisses in der Theologie. Düseldorf, Patmos Verlag, 1979; 124 pp. La teología actual no puede prescindir de sus raíces históricas y de los problemas que el pensamiento teológico va arrastrando desde siglos. Y el nominalismo es uno de esos temas con que el teólogo se encuentra en todos los caminos de su investigación y frente al cual tiene que definirse. En Ia presente obra el nominalismo es el campo directamente estudiado. Pero este campo sirve al autor para propugnar que el pensamiento nominalista, en Ia materia concreta del iusnaturalismo, debe hacerse presente en Ia teología actual, en Ia medida en que es paradigma de una forma específica de entender el derecho natural. La relevancia del nominalismo ha de ser principalmente en Ia teología política, que es el lugar propio para plantear los temas de Ia comprensión del mundo. Y el derecho natural es una de las categorías más usadas en Ia construcción de una teología del
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