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EL P. EMILIO HERMAN, S. I. IN MEMORIAM El 21 de enero de 1963 el P. Emilio Herman, S. I., ha fallecido santamente en Münster (Alemania) donde vivía desde hace tres años retirado a causi> de una grave arteriosclerosis cerebral. Había nacido en Aquisgrán el año 1891. Su padre Io envió a Londres para que adquiriera experiencia en asuntos de negocios, pues Io tenía destinado a sucederle a él. Fue allí donde sintió Ia vocación divina e ingresó en el noviciado de Ia Compañía de Jesús de Heerengerg. Hizo sus estudios en Valkenburg y en Ia Universidad Gregoriana y en 1927 fue nombrado profesor del Pontificio Instituto Oriental, nombramiento que decidiría su actividad posterior hasta Ia enfermedad de Ia que ha muerto. Su labor científica, dedicada toda ella a cuestiones orientales, jurídicas e históricas, ha quedado derramada en varias publicaciones, sobre todo en "Orientalia Christiana Periódica", en Diccionarios como el "Dictionnaire de Droit Canonique" y "Lexicon für Theologie und Kirche" y en series de publicaciones como las Fonti de la "Codificazione canonica orientale". Estos escritos Ie habían dado un altísimo prestigio de orientalista y su nombre se citaba como gran autoridad. Como Rector del Instituto Oriental, Io reorganizó completamente al aparecer Ia "Deus scientiarum Dominus" y dividió Ia "Orientalia Christiana" en dos secciones; Ia Periódica que publica artículos de revista y Ia Analecta destinada a investigaciones de más monta. Fue consultor de Ia Comisión Pontificia encargada de Ia Codificación Oriental y luego miembro de Ia Consulta speciale encargada de dar forma a los cánones y de señalar !as fuentes: fue él quien con el Card. Cousa y el Card. Arcadio Larraona formó parte del Consejo de redacción definitiva del código, consejo que en 20 meses celebró 71 sesiones. Era consultor de las SS. CC. de Religiosos y de Seminarios y desde luego de Ia Oriental para Ia que escribió numerosos votos. También dirigió durante largos años e! Instituto de S. Juan Damasceno, del que era cofundador, para los sacerdotes orientales que acudían a Roma a estudiar; erigió Ia asociación "Unitas" de finalidad ecumenista, en cuyos trabajos participó asiduamente. Pío XII Io había nombrado inspector de los colegios orientales de Roma y de los monjes y monjas melquitas y rnaronitas; fue precisamente en una de sus visitas aI Líbano cuando sufrió el primer asalto de su enfermedad. Enfermo, luchó aún durante tres años, pero tuvo que deponer las armas y retirarse a Münster donde Ia enfermedad ha llevado su cuerpo al sepulcro y su espíritu a recibir los talentos del siervo bueno. Descanse en paz el gran orientalista y sabio investigador.
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