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El concepto del abandono del hogar en Virgilio y Horacio
Aun cuando el mundo romano no presenta notorios escoIarcas ni siquiera escuelas filosóficas dignas de mención, síi literatura, en camhio, está transida de presupuestos filosóficos. Aquí radica, precisamente, Ia genialidad romana, en haher sabido asumir el caudal filosófico griego como nervadura de su propia creación. Dicha presencia filosófica no se revela tan sólo en aquellas obras que por su naturaleza demanden protocolos doctrinarios, como pueden ser los tratados políticos, consolatorios, jurídicos o retóricos: Io realmente sorprendente es observar cómo dicho caudal filosófico alcanza a obras aparentemente alejadas de todo compromiso filosófico. Así en las comedias plautinas se detecta Ia presencia estoica a través de Ia definición de Ia uirtus (Amph. 649: uirtus praemiurn esl optimum. Asin. 323: em ista uirtus est quando mus est qui malumfert forütcr). Ennio, por su parte, reproduce aquella misma asociación entre iiir y uirtus (Scaen. 3(X)) que habían establecido los estoicos entre aner y arete, según se puede ver en Diógenes Laercio (7, 30), e, igualmente, en los Annales se encuentran resabios estoicos: en 268-72 se hace defensa de Ia sapientia frente a Ia violencia o, Io que es Io mismo, Ia defensa de Ia razón, encarnada en el orador honrado, frente a Ia sinrazón representada por el horridus miles. Esta misma idea aparece recogida en vv. 180-1, donde el hombre de armas es contrapuesto al hombre de razón (bellipotens I sapientipotens) y en coherencia con esta misma actitud estoica se puede entender Ia crítica a Ia necedad (v. 105) como uno de los grandes males de Ia humanidad. A este ideario estoico se podría adscribir Ia visión de Ia sapientia, expresada en Ann. 218-9 como algo que se aprende por Ia razón y no como algo dado (v. 218). Ideas de ascendencia estoica planean, igualmente, sobre Ia obra de Catón el censor, como se puede ver en su discurso en
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