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LA PREGUNTA POR LO RELIGIOSO Y DIVINO El objeto del presente ensayo es Ia posición actual del problema religioso. Aquí no se trata de Ia posibilidad o imposibilidad de las cuestiones "religión" y "Dios", de si existen o no existen, de si son relevantes o irrelevantes para nuestra época. Tampoco son objeto de reflexión cualquiera de los aspectos parciales en los que aquellas cuestiones se desdoblan. Caen, por tanto, fuera de Ia órbita de interés los temas de Ia esencia, Ia racionalidad, Ia verdad, Ia estructura, Ia autonomía, las características, las formas expresivas y las manifestaciones de Ia religiosidad. Tampoco se abordan los problemas de Ia cognoscibilidad de Dios, de Ia demostración de Ia existencia de éste, de su personificación en los diversos teísmos o de su historificación en las religiones histórico-positivas. Ni siquiera nos preocupan Ia descripción de Ia divinidad mediante una gama de predicados o las relaciones Dios-mundo, Dioshombre. Nuestro tema es el planteamiento mismo del problema de Ia religión y de Dios. Con otras palabras: cuáles son los supuestos que subyacen a Ia pregunta actual por Io religioso y divino. El tratamiento del tema no es de carácter histórico, fenomenológico, psicológico o sociológico. Tampoco es de carácter creyente o religioso, sino estrictamente filosófico. Durante las dos últimas centurias venimos asistiendo a un constante desplazamiento de Ia cuestión. De Ia localización de Ia misma en el ámbito de Ia moral por Kant, se pasó a ubicarlo en diversos sectores de Ia subjetividad: conciencia, sentimiento, fantasía... Fue Ia obra de los Idealismos románticos. A finales del XIX y primera mitad del XX privaron los tratamientos "positivos" : historia, psicología, fenomenología, sociología. Hoy nos hallamos ante un nuevo intento, que aspira a recuperar el problema para Ia filosofía, pero no para cualquier modalidad de Ia misma, sino para Ia filosofía social. Es decir: para aquel saber sobre Ia colectividad humana que, más allá de los datos, de Ia estadística y de Ia erudición, busca valor para las acciones y sentido para los aconteceres. A este nuevo intento deseamos aportar una contribución con nuestro trabajo. El argumento se desarrolla en tres fases: I) presupuestos hermenéuticos e históricos del planteamiento actual de Ia pregunta por Io religioso y divino; II) opciones fundamentales de Ia cultura presente que condicionan el tratamiento contemporáneo del problema ; III) aplicación de las ideas precedentes al análisis de un hecho: Ia integración de Ia pregunta por Io religioso y divino en Ia hermenéutica histórico-social de Ia realidad.
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El problema filosófico de Dios, como todos los problemas filosóficos, cuenta ya con una larga historia. Las variantes en su planteamiento y solu-
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