|
TRroUNAL nsfTERDIOCESANO DE PRIMERA mSTANCIA DE SEVHXA
NULIDAD DE MATRIMONIO (IMPEDIMENTO DE LIGAMEN Y ERROR REDUNDANTE) Ante el M. I. Sr. D. Adrián González Martin
Sentencia de 23 de mayo de 1984 (*)
Sumario: I. Antecedentes: 1. Matrimonios contraídos en Ia infidelidad, bautismo de Ia esposa infiel > matrimonio canónico. 2. Demanda de nulidad, dubio concordado y tramitación del proceso.— II. Fundamentos de derecho: A) Normas procesales referentes al caso: 3. Tacha de testigos. 4.Carga de Ia prueba. B)Normas sustantivas aplicables: 5.E1 impedimento de ügamen. 6.E1 error de cualidad redundante en error de Ia persona.—III. Fundamentos de hecho: 7. No hay lugar a Ia tacha de testigos propuesta. 8. Valoración de las demás pruebas. 9. Existía el impedimento de ligamen al contraer. 10. No hubo error redudante.—IV. Parte dispositiva.
I .—ANTECEDENTES 1. Don V y doña M contrajeron matrimonio canónico en Ia Parroquia de San Pedro Apóstol de Cl (Diócesis de Salamanca) el día 12 de junio de 1975, previo bautismo en Ia Iglesia Catóü'ca de Ia contrayente, habido lugar el 25 de abril de dicho año en Ia Parroquia de C2, imponiéndosele el nombre de María. Dicha contrayente había contraído matrimonio de conformidad con Ia ley coránica, primeramente con don N en diciembre de 1958, en Larache, matrimonio al que siguió el divorcio otorgado por Ia correspondiente autoridad marroquí el 13 de diciembre de 1960; * El interés de Ia sentencia se centra en el capítulo del impedimento de ügamen. Después de contraer sucesivamente dos matrimonios según Ia ley coránica, Ia esposa se bautiza y contrae matrimonio canónico con un católico. Pasados ocho años el esposo presenta demanda de nulidad de matrimonio por haberse celebrado el matrimonio canónico subsistiendo el vínculo conyugal del matrimonio contraído por Ia esposa en Ia infidelidad. El tribunal declara nulo el matrimonino por impedimento de ligamen, considerando que el matrimonio celebrado en Ia infidelidad (el primero de ellos) ni fué declarado nulo ni se disolvió en favor de Ia fe, ya que el matrimonio canónico no fue precedido de las correspondientes interpelaciones al cónyuge infiel, interpelaciones que, siguiendo a una parte de Ia doctrina, se requerirían para Ia validez, y porque los juzgadores, siguiendo también una línea doctrinal conocida, entendían que el estado de duda de que habla el canon 1150 se ha de entender en sentido subjetivo y no en sentido objetivo. Esta sentencia de primera instancia fué revocada ppr el tribunal de segundo grado, quien declaró válido el matrimonio canónico por haberse disuelto el matrimonio contraído en Ia infidelidad en favor de Ia fe. La sentencia del tribunal de apelación Ia publicamos a continuación de esta sentencia, pues nos ha parecido de interés ofrecer los diversos enfoques y líneas arguméntales de una y otra sentencia.
|