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Salmanticensis 60 (2013) 17-42
La esperanza cristiana en el ocaso de las utopías
José-Román Flecha Andrés
En esta última lección académica me parece obligado volver a los orígenes. Los tiempos han cambiado, pero no ha muerto en mi corazón el deseo de caminar en la esperanza y de anunciar el don y la tarea de la segunda virtud teologal. Cuando comencé mis estudios para el doctorado en Teología, en octubre de 1966, estaba en su apogeo la pregunta por la esperanza. El Concilio Vaticano II había hecho suya, sin citarla expresamente, una idea de Teilhard de Chardin al afirmar que “se puede pensar con toda razón que el porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar” (GS 31)1. Jürgen Moltmann, con su Teología de la esperanza, daba una respuesta cristiana a la propuesta marxista que Ernst Bloch había lanzado en su monumental obra El principio esperanza 2. Aquel diálogo se planteaba directamente en torno a la gran propuesta de las utopías. De hecho, a la discusión pragmática, que reflejaba una doble cosmovisión y, por supuesto, una diversa pretensión política, se unía también la teología, representada en ese campo por K. Rahner3 y J. Alfaro4, entre otros5.
1 Cf. P. Teilhard De Chardin, “La crise présente. Réflexions d’un naturaliste”, en Études 233 (1937) 165. 2 E. Bloch, Das Prinzip Hoffnung, Frankfurt a. M 1959; J. Moltmann Teología de la esperanza, Salamanca 1968 (orig. 1966); Id., Esperanza y planificación del futuro, Salamanca 1971; J. Moltmann - L. Hurbon, Utopía y esperanza. Diálogo con Ernst Bloch, Salamanca 1980. 3 K. Rahner, “Utopía marxista y futuro cristiano del hombre”, en Escritos de Teología, VI, Madrid 1969, 76-86. 4 J. Alfaro, Esperanza cristiana y liberación del hombre, Barcelona 1972. 5 Entre los autores españoles puede recordarse al escriturista M. García Cordero, La esperanza del más allá a través de la Biblia, Salamanca 1992, al
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