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Diálogo Ecuménico t. XLI, n. 129 (2006) 115-130
RECENSIONES
KESHISHIAN ARAM, The Witness of the Armenian Church in a diasporal situation, The Armenian Prelacy of Libanon, N. Y., 1990, 75 pp. Muchos libros mueren o dejan de ser novedad apenas salidos de la imprenta. Pero eso no significa que la problemática que tratan se haya resuelto y -a veces que ni siquiera esté en vías de solución-. Cuando grandes problemas –la guerra, el hambre, etc.- dejan de aparecer en los MCS, no suele ser porque se hayan resuelto, sino más bien porque no interesa airearlos o porque “no venden”. Este libro-informe que presentamos ya ha cumplido años, pero algunas de las situaciones conflictivas que narra no están todavía resueltas; de ahí que el director de Diálogo Ecuménico me haya pedido recensionarlo y refrescar así la memoria de los no pocos interesados en el problema armenio. El autor es teólogo y arzobispo de la Iglesia Ortodoxa en el Líbano. Conoce muy bien la historia y la realidad del pueblo armenio -inseparable de su Iglesia- y es un comprometido ecumenista, en cuyo haber bibliográfico cuenta con interesantes estudios. El libro contiene una visión histórica de la Iglesia-Nación armenia, que rápidamente nos hace descubrir “el martirio lento y continuado” de un pueblo que ha sido víctima, desde el siglo X hasta nuestros días, de las diversas invasiones, exilios y hasta genocidios. El autor lo explica en la primera parte del libro: el testimonio de la Iglesia armenia en su larga diáspora (pp. 17-47), dejando para la segunda: Confesar hoy a Cristo en la Iglesia de Armenia (pp. 51-68) el análisis de la situación presente y las perspectivas de futuro. En la primera parte se sintetiza la historia de un pueblo en el exilio, dispersado entre naciones. Podríamos decir que la diáspora ha sido un signo de identidad de este pueblo, que a pesar de todo se ha mantenido fiel a sí mismo, renaciendo siempre de las cenizas de exterminios sucesivos. Incapaz de separar la Nación de la Iglesia, los
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