SUMMA. Repositorio Institucional

EL DIOS DE LA HISTORIA El Dios trinitario y Ia verdad de Ia historia * 1.—«La experiencia humana de Ia historia», así escribió Karl Lowith en 1949, «es una experiencia de permanente fracaso». Por esta razón a su modo de ver no contienen los acontecimientos históricos «la menor referencia a un sentido abarcador y último» *. Según Lowith tal sentido puede ser buscado solamente más allá de Ia historia y en oposición a ella. La historia aparece, así ya en Aristóteles, como el campo de Io casual, pero ahora no simplemente carente de sentido, sino de oposición a las afirmaciones de sentido de Ia teología cristiana de Ia historia y de Ia filosofía moderna de Ia historia como absurda, y justamente por ello según Lowith Ia marcha del acontecer histórico hace surgir Ia pregunta por el sentido de Ia acción y del sufrimiento históricos, una pregunta que sin embargo no encuentra respuesta alguna en Ia misma historia. La tesis de Ia carencia de sentido y de Ia absurdidad de Ia historia está condicionada a su vez históricamente. La fascinación, que ha irradiado en el sentimiento vital europeo de este siglo, apenas es comprensible sin el contexto de las catástrofes históricas de nuestro tiempo. Esto limita Ia validez universal de tal tesis. Lowith mismo era consciente de que «la historia puede aparecer como absurda solamente en atención a un sentido último». Decepciones sólo hay donde se espera algo. Pero el que nosotros interroguemos en general a Ia historia como totalidad por un sentido y sin-sentido viene condicionado también históricamente: el pensamiento judío y cristiano han hecho surgir esta enorme pregunta». El origen histórico de Ia conciencia moderna de Ia histórica no abrió para Lowith en absoluto opción histórico-teológica alguna. El * Trabajo leído en Ia Universidad Pontificia de Salamanca el 28 de marzo de 1977. Traducíón española del Prof. Ricardo Blázquez. 1 K. Lowith, Weltgeschichte und Heilsgeschichte, 1953 p. 175.

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