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NOTA
Salmanticensis 45 (1998) 331-337
RAMÓN LLUL Y NICOLÁS EIMERIC
Tradición es una palabra o concepto susceptible de múltiples lecturas y valoraciones según Ia perspectiva desde Ia que se Ie considere: teológica, etnológica, artística, familiar, etc. Existen tradiciones históricas, documentalmente atestiguadas, que revisten caracteres vivos y cambiantes; también otras que son fruto de Ia pereza, de Ia inercia, por no decir de una cierta fosilización de valores. Entre estas últimas podemos registrar Ia referida a una especie de antilulismo, encarnada en Ia figura del dominico Nicolás Eimeric. Su cordial enemistad con Raimundo Lulio reviste Ia categoría de tópico historiográfico y está ampliamente documentada. Eimeric desplegó una actividad que podíamos calificar de frenética en contra de Lulio en el último tercio del siglo xiv, no sólo con sus escritos antilulianos, sino por haber incluido en su célebre Directorium inquisitorum extractos de proposiciones lulianas calificadas de heréticas. La notoria autoridad adquirida por esta obra, varias veces editada desde que nació Ia imprenta, ha sido el punto de arranque y el fundamento firme de una secular batalla. Eimeric es una sombra que acompaña durante siglos a Ia fama de Lulio. Su influjo negativo será determinante a Io largo de una larga tradición. Así Io ha puesto de relieve un especialista en el tema como Alois Madre en una obra ya clásica: Die Theologische Polemik gegen Raimundus Llullus (Münster 1973). Y claro es que para un reconocimiento público de Ia santidad de Llull por parte de Ia Iglesia Ia sombra de herejía no era Ia mejor de las recomendaciones. A Ia larga diatriba secular mantenida en torno a Ia ortodoxia de Llull, no obstante las reiteradas maneras de Vindiciae, se une hoy Ia monografía del doctor experto medievalista, Josep Perarnau i Espelt, De Ramón Llull a Nicolás Eimeric. EIs fragments de l'Ars de Llull en copia autógrafa de l'inquisidor Eimeric integrats en les cents tesis antilul-lianes del seu «Directorium inquisitorum». Bajo el ropaje de una Lliçó inaugural del curso académico de Ia Facultad de Teología de Barcelona 1997-1998 (Barcelona 1997) nos ofrece una densa y paciente investigación llamada a tener especial resonancia.
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