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NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
M. Guerra, Diccionario Morfotógico del Nuevo Testamento. Diccionario y análisis morfofógico de todas Zas palabras griegas del N.T., incluidas tos del aparato crítico. Facultad Teológica del Norte de España, sede de Burgos, 40 (Burgos: Aldecoa 1978) 445 pp. El doctor Manuel Guerra es sobradamente conocido en el campo de Ia filología clásica. La obra que presentamos pretende ser un instrumento auxiliar que facilite el acceso al N.T. a los estudiosos del mismo. Y creemos que puede lograrlo. En nuestra lengua estamos faltos de esta clase de instrumentos necesarios para el trabajo. El presente Diccionario Morfológico del N.T. no se limita a señalar el significado de las palabras, el tiempo o forma verbal... sino que, a veces, ofrece pistas o pautas para Ia interpretación de los textos neotestamentarios. Citemos, a modo de ejemplo, Ia palabra kairós, Kaisareia, ouranós, patér, ángelos... Otras veces, por el contrario, echamos de menos esas precisiones exegéticas, por ejemplo en el adverbio anozen: entre los significados mencionados tenemos «desde arriba, desde Io alto» y menciona a Jn 3, 31. ¿Por qué no menciona en ese contexto a Jn 3, 3 o, si Io prefiere, en el último significado del mencionado adverbio «de nuevo», como ejemplo del cual únicamente hace referencia a GaI 4, 9? Nos hubiese complacido encontrar en el Diccionario Morfológico del N.T. Ia forma de citar Ia Escritura que hoy ya se ha hecho habitual. Hoy Uama Ia atención leer Jo como sigla de Juan, Jac como referencia a Santiago o Math para Mateo. Felipe F. Ramos F. Spadafora, La resurrezione di Gesú tRovigo: Istituto Padano di Árti Grafiche 1978) 246 pp. Nada hay tan peligroso como creerse en Ia posesión total de Ia verdad y creer que cualquier tiempo pasado fue mejor. Bajo esta doble perspectiva presenta nuestro autor los nuevos esfuerzos, también los realizados en el campo católico, de entender Ia resurrección de Jesús. DeI examen de los textos se deduce, según nuestro autor, que Jesús salió del sepulcro con su mismo cuerpo y por su propia virtud. El alma, unida siempre a Ia divinidad, bajó a los infiernos y, en Ia mañana del domingo, se reunió con el cuerpo reanimándolo... (p. 67). Aducir el cap. 20 de Juan como Ia prueba suprema de Ia historicidad de una resurrección física... nos deja sin aliento... «il sepolcro é vuoto: non ha più il corpo del Redentore, ma mostra Ii i pannih'ni in una posizione tale che provano direttamente il fatto modesimo della ria-
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