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LA SANCION P E N A L D E LAS PERSONAS IURIDICAS COMO ACTO ADMINISTRATIVO
Universitas non habet animam, unde ñeque delinquit neque punitur. DURANDO, Speculum Iuris, !V, 4 S 9.
LAPERSONA COLECTIVA COMO UNIVERSAL JURK)ICO El problema de los universales ha recibido en Filosofía tres soluciones. Segúnla doctrina atribuida a Platón, que Ia habría tomado de Sócrates, los universales existen realmente en Ia naturaleza de las cosas. No aquí, entre nosotros, sino en un mundo ideal. En nuestro mundo, el que vemos y tocamos, sólo hay triángulos; pero ¿existe "el triángulo", eso que todos entendemos cuando nos dicen triángulo y que aplicamos sin vacilar a esa figura de tres lados que acaban de trazarlos y que nunca antes habíamos visto? Según Ia teoría platónica, las ideas universales, el objeto de nuestros conocimientos abstractos tiene una existencia real, vive en un mundo suyo, el mundo de las ideas. A esta teoría llaman el realismo exagerado. Hoy no tiene seguidores, aunque los tuvo y bien ilustres en Ia Edad Media. Otra solución diametralmente opuesta consiste en afirmar que los conceptos universales son nada en Ia realidad. Son solamente conceptos y tal vez ni siquiera conceptos, sino meros comodines verbales (nominalismo), fórmulas para entendernos, flatus vocis, como decía Roscelino, canónigo de Compiegne en el s. xi; con distintas fórmulas, rodeos y matices hoy son legión los que dicen Io mismo. Santo Tomás dio en el s. xiil una explicación media que en Io fundamental se encuentra ya formulada por Aristóteles y que aceptan Ia gran mayoría de los escolásticos; según esa opinión, los universales son entidades propias del entendimiento, pero no meros conceptos (ni menos meras palabras vacías de contenido), porque Ia mente los forma por un proceso natural y legítimo de abstracción partiendo de las realidades concretas existentes. En el mundo hay triángulos más o menos aproximados al triángulo ideal. "El triángulo" no es una realidad corporal, pero tampoco un mero concepto vacío de sentido ; "el triángulo" existe formalmente en el intelecto, pero fundamentalmente en Ia realidad. Tiene el universal dos existencias: una incipiente en las realidades de donde se extrae y otra nítida y refleja en Ia species ideal dada a luz en el intelecto por un mecanismo del que se preocupan los psicó-
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