|
Acerca de los tibicines de Rosvita
Hace algo más de medio siglo que Ezio Franceschini publicaba un artículo, destinado a convertirse en clásico, acerca de los tibicines en Ia poesía de Rosvita de Gandersheim 1 . El valor dado por Franceschini al término tibicen —siguiendo el uso registrado por comentaristas y lexicógrafos antiguos— equivale aproximadamente a Io que podríamos denominar, usando otra terminología, un pleonasmo poético o métrico; es decir, son tibicines aquellas palabras cuyo uso no responde a una necesidad expresiva o denotativa, sino meramente métrica: sirven para cuadrar el verso en los pasajes en que el poeta se encuentra falto de otros recursos2. No hace falta añadir que Ia utilización abusiva de este recurso no redunda en absoluto en una valoración positiva del autor, sino más bien en una nota censoria. Recientemente, y en el marco de una investigación de signo más general sobre el uso de las partículas conectivas en los autores latinos medievales, nos hemos visto en Ia necesidad de revisar los resultados aportado por Franceschini y de esta reconsideración derivan los análisis contrastivos que presentamos a continuación 3 . De buenas a primeras, de los datos aportados en el mencionado artículo se puede extraer una conclusión que, por otra parte, no es original, ya que el propio profesor italiano Ia había señalado
1 E. Franceschini, «I «tihicines» neIIa poesia di Hrotsvitha», ALMA 14/1 (1939) pp. 40-65. 2 E. Franceschini, o, c., 41: «esse non dipendono tanto da una povertà d'invenzione quanto da una necessità di metrica». 3 Para Ia elahoración del presente estudio hemos seguido las ediciones de P. de Winterfeld, Hrotsvithae Opera2, BeroliniATurici, apud Weidmannos 1965; y de H. Homeyer, Hrotsvithae Opera, München-Paderborn-Wien, Schöningh 1970.
|