|
Plenus misericordiae et humanitatis Se ha exagerado Ia ignorancia del gran mundo de Roma respecto del cristianismo primitivo. Parece que ya en tiempos de Claudio ' Ia policía imperial tenía conocimiento de Ia comunidad cristiana de Roma. Por otra parte, se cita un Annaeus Paulus Petrus 2, que bien podría ser un cristiano de Ia familia de Séneca. En realidad, el cristianismo no llegó como algo completamente novedoso, saliendo de Ia nada, sino que provenía de un substrato intelectual bien preparado. A ese substrato debía de pertenecer Ia medicina. Aunque antes de Jesucristo estaba en gestación algo completamente nuevo 3, llegó el cristianismo como novedad histórica, con su fuerza peculiar, cargado de energía espiritual. Su inigualable grandeza sólo se puede aprehender en Ia valoración del nuevo espíritu que informa a Ia nueva doctrina. Así pues, todo Io que no es amor es precristiano. Ese mensaje de amor superó Palestina y fue transmitido por medio de Ia Koiné griega, primera lengua ecuménica del cristianismo, que posteriormente cedió a una lengua única cristiana occidental. La lengua es Ia sangre del espíritu. Me limitaré a presentar una posible penetración del pensamiento cristiano en un médico, Escribonio Largo, del siglo I de Ia época imperial, siglo éste cuyo espíritu exigía con creciente apremio el despertar de las almas. Era Escribonio Largo un médico romano, el más genuinamente romano de Ia primera época imperial, educado a Ia griega,
1 Suet., Claud., 25. 2 De Rossi, Bolet., 1876, 6 ss. 3 Eusebio, Praepar. euang. PG 21.
|