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La proposición latína y su clasificación
En el enunciado del tema hemos condensado tres partes difíciles, quizás hasta el momento insuperadas, de una gran cuestión. ¿Qué es Ia proposición? 1. ¿Cómo se divide? ¿Cómo se aplica Ia teoría general de Ia proposición, si es que Ia hay, a una lengua determinada, en nuestro caso, al latín? Todos los gramáticos dedican una parte muy considerable de Ia sintaxis al estudio general de las oraciones, y luego, divididas éstas, a cada una de sus especies. Pero hemos de empezar diciendo que todavía no se ha llegado a solucionar satisfactoriamente ninguna de estas cuestiones. No se ha dado una definición valedera para todas las proposiciones, ni se ha elaborado una clasificación comprensiva y aceptable, y por consiguiente, en latín no tenemos un estudio seguro de Ia proposición latina. Quizás no se ha procedido de una manera recta en Ia defición de Ia proposición, porque no se ha tenido en cuenta el sentido que encierran estas palabras: «forma y contenido de Ia proposición», y en cuanto a Ia clasificación se ha hecho siempre al margen de Ia definición, en lugar de proceder por ciertos criterios que se hallen incluidos en Ia definición o que de ella se deriven. No se ha fijado todavía los elementos que deben entrar en Ia proposición, aunque se ha escrito muchísimo sobre el tema. ¿Se necesitan siempre tres elementos, sujeto, verbo y predicado? ¿o se requieren dos, sujeto y verbo? ¿o qui1 Bien sabemos que Ia proposición es solamente Ia oración enunciativa, y que extender su nombre a todo el ámbito de las oraciones es seguir el modo de los franceses, cf. por ejemplo H. Fernández Marino, Expresión y vida (Tucumán 1943) p. 327, «tamen quoniam usu percepta sunt, nostra ducamus», Cic. De Fin. 3, 5. Dice Priscian. (Inst. II, 4, 15 = GLK, II, 54, 5: «Partes orationis sunt secundum dialécticos duae, nomen et uerbum, quia hae solae etiam per se coniunctae plenam faciunt orationem, alias autem partes, 'syncategoremata', hoc est consignificantia appelabant».
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