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Kalator: su significado
El primer testimonio escrito en el que se menciona el término kalator * Io tenemos en el Lapis Niger, Ia tan conocida como problemática inscripción del Foro romano 2 , cuya antigüedad se hace remontar, por unos, a los comienzos de Ia República, por otros, a los últimos momentos de Ia Monarquía, y por algunos, a períodos algo más pretéritos. Después de aquel testimonio nos encontramos esparcidos a Io largo de Ia historia otros muchos más en fuentes bien concretas y determinadas que, después de agrupadas según su tipología, se nos reducen a poco más de media docena: las más abundantes se hallan en las Acías de los Fratres Arvales, en Inscripciones y en Glosarios más o menos tardíos; esporádicamente encontramos mencionados a los calatores en Paulo-Festo, el gramático Carisio, Servio Donato, Suetonio y, más antiguo que todos ellos, Plauto (cuyas citas, como tendremos ocasión de ver, vienen a ser Ia nota un poco discordante en el panorama que, de una manera más o menos delimitada y concluyente, se observa con los elementos facilitados por las demás fuentes). La grafía antigua, kalator, que aparece en el Lapis Niger, se transformará más tarde, después de Ia regulación ortográfica del empleo de K, C y Q, en calator, Pero, igual que sucede con otras palabras de cuño muy tradicional (como, por ejemplo, Karthago, Kalendae, etc.), y tal vez por pervivencia de cierto escrúpulo religioso y conservadurismo ritual, descubrimos una gran fluctuación gráfica: en las Actas del Colegio de los Arvales, junto a 8 veces Ia grafía
1 Sobre Ia grafía nos detendremos más adelante. 2 Dessau 4913 = ClL 1(2), n. 1.
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