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La educación de Ia conciencia en Séneca
Séneca es pensador, ¿quién Io duda? Suele decirse más comúnmente que su filosofia es moralista. Que Ia sabiduría que busca y propone es Ia de Ia virtud; esa es para él Ia auténtica ciencia de Ia vida: Non est phitosophia... in uefbis, sed in rebus. ...animum format et fabricat, uitam aisponit, actiones regit, agenda et omittenda demonstrat, sedet ad gubernaculum et per ancipitia fluctiutntium dirigit cursum (ep. 16, 3). Y afiade con el mismo criterio y contenido: PhiU>sophia autem et contemplatîua est et actiua: spectat simul agitque (ep. 95, 1). Nec philosophia sine uirtute est nec sine philosophia uirtus... cohaerent inter se philosphia uirtu3que (ep. 89, 8). Todo esto es cierto. Pero ray algo más. El tono de su fllosofar es ascético-docente ; a Ia vez que se interioriza hablando con su propia conciencia, medita en voz alta para todos los hombres, aunque su interlocutor se llame Nerón, Sereno o Lucilio; trata de levantarlos a Ia consecución de los valores intrínsecos e inmanentes de Ia razón y de Ia virtud, a Ia sapientia, que es habitus perfectae mentis (ep. 117, 16). Y el calor de convicción, el fin que se propone, su explicita declaración cuando dice : «trabajo para Ia posteridad; en ella pienso, al escribir Io que espero Ie sea útil ; pongo por escrito consejos de higiene moral, fórmulas, por asi decirlo, de medicación práctica, después de haberlas ensayado sobre mis propias llagas, que si no se han cura-
(*) Comunicación cuyo resumen se pronunció en el Congreso Internacional de Córdoba, celebrado del 7 al 12 de septiembre 1965.
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