|
SOBRE LAS TUSCULANAS: i, 62
ORIGEN Y PODER URBANISTICO DEL LENGUAJE
(Fuentes y paralelos)
L Cicerón, maestro perfecto de Ia palabra —aunque no se Ie pueda comparar con Demóstenes y Platón, como él mismo 1 abiertamente reconoce — dirige su atención a los misterios
Platón y Demóstenes son los modelos insuperables del lenguaje para el orador romano. Platón es indiscutiblemente el mayor prosista de Ia tierra, a quien sigue de cerca Demóstenes, correspondiendo el tercer lugar al Arpinate. Sólo el entusiasmo puede excusar Ia conocida hipérbole de Menéndez Pelayo : «No dudo en afirmarlo, es Marco Tulio el primer prosista de Ia tierra», después de haber reconocido que él «es el más aventajado expositor y discipulo de los griegos». Cl MsNENDEz PELAYO, Obras Completas de Marco Tulio Cicerón, I, pp. VI, Biblioteca Clásica, Madrid, 1882. Véase Biblioteca Hispano-Latina Clásica, III, 272 s. (Edición de las Obras Completas, XLVI, Madrid, 1950). Fué Cicerón quien introdujo a Platón en Occidente y Io consideró maestro incomparable de Ia idea y del lenguaje. Por eso quiere oir a Platón como a quendam aeum phüosophorum (De nat, deor, 2, 32), denotando quendam no un titubeo de Ia afirmación, sino una atenuación de Ia atrevida expresión deum, aplicada a un mortal. Moteja de plebeyos a los filósofos que se apartan de Sócrates y Platón (Tusc, 1, 55; cf. Tu$c. 1, 22 y 79). En cuanto ai estilo oratorio declara, sin ambages ; ex hoc igitur Platonis quasi quodam sancto augustoque fonte nostra ormiis manabit oratio (Tusc. 5, 36). Concluímos con Ia pregunta del orador latino : Quid tibi ergo opera nostra opus esí? num eloquentia Platonem superare possumus? evolve diligenter eius eum librum, qui est de animo (Fedón) : amplius quod desideres nihil erit (Tusc, 1, 24). Respecto a Demóstenes contentémonos con un testimonio ciceroniano : Demosthenem igitur imitemur. O di boni ! quid, qitaeso, nos aliud agimus «Helmántica», 30 (1958).
1
|