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LA IGLESIA BN BL DIALOGO ECUMENICO
MANUEL GESTEIRA GARZA
INTRODUCCIÓN El misterio de Ia Iglesia puede plantearse desde Ia realidad de Cristo o desde Ia Pneumatología, desde Ia encarnación o desde Ia resurrección. La Edad Media prefería un planteamiento cristológico, pero desde el Jesús histórico y desde Ia encarnación; aún más: desde Ia muerte de Jesús (acentuación de Ia salvación por Ia muerte de Cristo como satisfacción y mérito; Ia inmortalidad del alma por encima de Ia resurrección. Son consecuencia de Ia "theologia crucis"). Se olvida, en cambio, al Resucitado. Se habla ciertamente de Cristo Rey, pero su reino no es el del Kyrios resucitado, escatológico, sino que su reino se identifica con Ia Cristiandad en el mundo ejerciéndose a través de las "dos espadas". Por ello, al olvidar al Señor resucitado, presente, y atender al Jesús histórico, pasado, Ia Iglesia es concebida bajo el esquema de "re-presentación" (Ia jerarquía eclesiástica y el "vicarius Christi in terris"). Lo cual implica una mayor diferencia entre el pueblo de Dios, por una parte, y Ia jerarquía por otra que representa a Cristo. El orden sacramental se desplaza hacia el orden jeráquico. Lutero parte de este planteamiento, pero sustituyendo (por razones en parte históricas) el ministerio por Ia palabra de Dios en Cristo, que él ve encarnada en Ia Escritura. Por otra parte considera Ia justificación como el "articulus stantis aut cadentis ecclesiae". Se centra, pues, en Ia actividad redentora de Cristo y no en su señorío universal, en su dominio cósmico por Ia resurrección (Ep. a los Efesios y Colosenses). Prescinde así totalmente del concepto de Cristo rey. En todo caso "el reino
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