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LA DENSIDAD ONTOLÓGICA DE LO PSÍQUICO: EL SUBCONSCIENTE
Me gustaría dibujar en estas páginas un panorama fenomenológico de Io psíquico. Ni el ser físico con toda Ia riqueza y complejidad del mundo externo, ni el ser ideal con sus múltiples figuras, agotan Io real. La esfera del ser psíquico, de Ia conciencia, muestra un mundo peculiar, un mundo que no es exterior a mí, sino que es pura interioridad, que, en definitiva, soy yo misma. Para obtener una geografía de Io psíquico creo que es imprescindible seguir al fundador de Ia fenomenología, Edmund Husserl, y partir del presente de conciencia, de las vivencias presentes, del aparecer como tal, que forma Ia capa más "superficial" de Ia esfera psíquica. En ella se constituye el mundo externo e ideal, pero también se configura el propio yo. Las descripciones del joven Jean-Paul Sartre nos muestran que, sin necesidad de salir deI presente, encontramos una multitud de objetos psíquicos: el amor sentido por tal persona, el rencor, Ia alegría, Ia ilusión ante futuros proyectos..., que no pertenecen al mundo, sino a Ia vida misma del yo. En el presente tenemos también Io que el último Husserl denomina los "hábitos trascendentales". Tanto los hábitos que han ido arraigando en el sujeto, como Io que suele denominarse el "carácter", constituyen una parte fundamental de Ia esfera psíquica. Pero entender el presente exige acudir a su génesis, a Ia historia pasada del yo. Husserl mostró de modo magistral que Ia conciencia interna del tiempo nos abre intencionalmente al pasado: no sólo al pasado del mundo externo, sino también al pasado del yo, en el que se han ido formando algunos objetos psíquicos actuales y, sobre todo, los hábitos y el carácter del presente. Ahora bien, Ia descripción del mundo psíquico queda incompleta si no hacemos intervenir ese "inconsciente" del que ya hablaba Husserl, y que Max Scheler estudia de modo más explícito como "subconsciente". Por supuesto, al ámbito subconsciente pertenecen todas las vivencias pasadas, Ia historia ya vivida por el sujeto. Pero, incluso en el mismo presente, parece claro que el conjunto de mis hábitos actuales, Ia
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