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TIPOS CELESTINESCOS DE LA NARRATWA MEDIEVAL HISPANOHEBREA
A Io largo de toda Ia Edad Media Ia mujer fue tema literario de las tres culturas que por entonces convivían en Ia península: Ia latino-eclesiástica, Ia árabe y Ia hebrea. Su condición femenina aparece íntimamente asociada a las ideas y a las renovaciones de Ia sociedad española feudal y renacentista, hasta el punto de transformarse en concepción vital, en un modo de entender e interpretar Ia vida y vivirla1. Se observa una constante en su tratamiento: o se Ia alaba, o se Ia vitupera. Como expresión literaria del sentimiento amoroso que deriva de las teorías provenzales del amor cortés con elementos italianos y caballerescos, Ia mujer es considerada como «verdad» humana lejana, inaccesible, digna de tributarle toda una religión de amor; un ser idealizado y superior al que el enamorado froua, rindiéndole culto y vasallaje, en el sentido feudal del término. La dama, es decir, Ia domna, es el señor feudal del trovador, quien alaba su hermosura, se somete a sus mandatos, celebra sus favores y llora sus desdenes. Sólo Ia dama casada podía ser objeto de amor, quedando excluidas las doncellas sin categoría jurídica y social para poseer vasallos, y vasallo era de su dama el enamorado poeta2. Como expresión literaria de un modo de entender Ia vida, el aspecto «profano» de Ia mujer impregna Ia prosa medieval. La vieja sabiduría oriental degustadora de apólogos, fábulas y exemplos, predicaba un sentido práctico de
1 Vid. C. W. Previte-Orton, Historia del mundo en Ia Edad Media , Barcelona 1967, 3 vols. 2 Vid. M. de Riquer, Los Trovadores, I, 9-70, Barcelona 1983, y P. Dronke, Medieval latin and the rise ofEuropean love-lyric , Oxford 1968.
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