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TRIBUNAL ECLESL4STICO DE LA DIÓCESIS DE BADAJOZ NULIDAD DE MATMMONIO (SEVlULACIÓN Y MIEDO) Ante el M. I. Sr. D. Adrián González Martín Sentencia de 12 de diciembre de 1988*
SUMARlO
I. Antecedentes: 1. Matrimonio, separación, divorcio civil y demanda de nulidad. II. Influjo del miedo en el matrimonio: consentimiento meticuloso y consentimiento simulado. 3. Incompatibilidad de los capítulos de miedo y simulación. III. Fundamentos de hecho: 4. Crítica de las pruebas. 5. Simulación y, subsidiariamente, miedo grave padecido por el esposo. 6. No consta Ia nulidad por parte de Ia esposa. W. Parte dispositiva.
I. ANTECEDENTES 1. D. V y D" M contrajeron matrimonio canónico en Ia Parroquia de N. de Cl el 25 de agosto de 1979, sin que de esta unión se siguiera descendencia. Celebrado el matrimonio, tras una tensa escena familiar el mismo día de Ia boda, cuando el varón se haUaba profundamente enamorado de otra mujer y, por este motivo, con una clara aversión por su parte a celebrarlo, el fracaso matrimonial no se hizo esperar; mejor dicho, fue una realidad desde el primer día. De tal manera que, apenas terminado el viaje de novios, se iniciaron los pasos para Ia separación, que se consumó apenas trancurridos dos o tres meses de casados, decretándose posteriormente el divorcio civil por sentencia de 27 de febrero de 1985. Por escrito fechado a 20 de marzo de 1988 y presentado en esta Sección Instructoria de Badajoz el 12 de marzo de dicho año, el varón demanda Ia declaración de nuüdad de su matrimonio; demanda, que, admitida por decreto de 31 de mayo de 1988, da lugar al proceso, que ahora se sentencia. En él hemos intervenido los supranombrados jueces, NN y N, bajo Ia presidencia del primero, quiere se encarga también de Ia instrucción y ponencia de Ia causa. Han intervenido también Da N y Licda. Da N. como procuradora y abogada, respectivamente de Ia parte actora,
* Tras un largo noviazgo el varón, quc está enamorado de otra mujer, se niega a contraer matrimonio una hora antes de Ia boda. La amenaza de muerte y suicidio proferidas por su progenitor, Ie hacen acudir a Ia ceremonia nupcial. El miedo, ciertamente padecido por el esposo, puede determinar fundamentataente Ia simulación o el consentimiento viciado o meticuloso. La sentencia, a Ia vista de los hechos, se decanta por Ia primera solución, y en su defecto, y subordinadamente, por Ia primera. La decisión fue confirmada por decreto en segunda instancia.
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